viernes, 14 de noviembre de 2014

EL IRREGULAR Y TORMENTOSO PAGO DE LOS MAESTROS PENSIONADOS.

Por : Domingo Caba Ramos.

En diciembre del pasado año, el presidente Danilo Medina, mediante decreto 329-13, aumentó hasta quince mil pesos mensuales el salario mínimo de las pensiones y jubilaciones de los maestros, con retroactividad a partir de octubre de 2013. Se trató, con justicia hay que decirlo, de un apreciable incremento en términos relativos, por cuanto existían maestros que devengaban los irrisorios montos de ocho mil, siete mil, seis mil, cinco mil y hasta menos de cuatro mil pesos mensuales, por lo que al elevarlos a quince mil, eso representó, para una gran cantidad de maestros, un aumento de más de un 100%.

Hasta ahí todo estuvo bien, y por esa razón los educadores beneficiados recibieron y aplaudieron con mucho júbilo la medida presidencial. Hasta el propio ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, desbordante de emoción, afirmó en el acto en que se anunció el aumento que “hoy el presidente Danilo Medina decide ponerle fin a la agonía que han venido sufriendo miles de maestros a nivel nacional al ser pensionados con menos de cinco mil pesos mensuales”.

 Lo que en realidad no anda bien es la inexplicable irregularidad como se efectúa el pago de la cantidad aumentada, a tal grado que el correspondiente al mes de octubre, en vez del día 18 de este mes, según lo establecido, los maestros lo cobraron el 11 de noviembre, vale decir, casi un mes después. De manera que la agonía de una buena parte de los maestros pensionados y jubilados persiste en lo que al pago respecta. Digo de una buena parte, porque es bueno que los amables lectores sepan o recuerden que  extrañamente  no todos los profesores pensionados y jubilados están registrados en una misma institución, esto es, unos cobran a través del Ministerio de Hacienda y otros, vía el Instituto Nacional de Bienestar Magisterial (INABIMA).

 También conviene recordar que según el Ministerio de Hacienda estableció, en noviembre del 2013, el pago a los pensionados y jubilados civiles debe realizarse los días 18 de cada mes.

 ¿Qué sucede con los maestros? 

Que los que cobran vía INABIMA reciben de manera regular su pago completo en la fecha antes indicada, vale decir el día 18, mientras que a los que les pagan a través del Ministerio de Hacienda, en esta fecha solo reciben el monto devengado antes del aumento, en tanto que el monto aumentado (completivo), le llega un día cualquiera, sin fecha fija, como sucedió, como ya dijimos, en octubre, cuyo pago completivo se efectuó el 11 de noviembre. Solo en el pasado mes de septiembre estos exservidores recibieron sus salarios completos.

En otras palabras, si un maestro cobraba cinco mil pesos antes del aumento, eso continúa recibiendo todos los días 18, mientras que los diez mil pesos restantes, por concepto de completivo, los cobra cuando el mes ha terminado o en la primera o segunda semana del mes siguiente.

 ¿Es posible que eso ocurra en un momento en que se habla de revolución en la educación dominicana? ¿Cómo es posible que los servidores de una misma institución estén registrados en nóminas diferentes? ¿Cómo es posible que en Era de la tecnología y la automatización de los procesos no se pueda diseñar un sistema informático de manera tal que el pago completo a los maestros pensionados y jubilados se realice sin fallar en la fecha oficialmente establecida? ¿No resulta hasta cierto punto un cuadro lastimero ver a un maestro yendo cuatro y hasta y cinco veces en un día a un cajero automático a revisar si definitivamente fueron depositados los “chelitos” milagrosos? ¿Merecen esos educadores semejante trato, luego de haber dejado su juventud en las aulas escolares?

El ministro de educación, Carlos Amarante Baret, tiene la última palabra.

lunes, 10 de noviembre de 2014

¿”CORROBORO, CORROBORO” O “CORREBURRO, CORREBURRO”?



 Por: Domingo Caba Ramos.

“Señora: El legislador dominicano es un tipo curioso, alto o bajo de estatura; blanco, indio o moreno de color; delgado o grueso; feo o buen mozo; que estos son los caracteres variables o comunes; su aspecto no es del todo desagradable y hasta parece un hombre civilizado…”

 - Francisco Moscoso Puello – “Cartas a Evelina” (1913)

                                                                     Juan Ant.. Alix

  Juan Antonio Alix (Moca, 1833- Santiago, 1918), talentoso bardo popular y crítico social por excelencia, se mofaba o burlaba de la incompetencia mostrada por los legisladores de su tiempo en una muy famosa y socarrona composición de inconfundible acento epigramático titulada “Corroboro, corroboro” ( 1884), cuyos versos dicen así :

 -Dime, querido Vidal,
 tú que eres medio letrado,
para ser buen diputado,
a un Congreso Nacional
¿debe ser hombre leal,
de inteligencia y decoro?
 No sea penguinche, Teodoro
, que para un congreso ir,
 no hay más que saber decir,
 corroboro, corroboro.

Si es así, amigo Vidal,
yo tengo un loro educado,
 que sería buen diputado,
 a un Congreso Nacional,
pues él aunque es animal,
no se venderá por oro,
y sabe tanto mi loro,
que si uno habla por allá,
él contesta por acá,
corroboro. Corroboro.

-Pues Vidal, a mi entender,
creí que los diputados,
 eran patriotas y honrados,
y de bastante saber,
 que el pueblo sabía escoger,
hombres serios como un toro,
 y nunca elegir un moro,
 para que sea mal cristiano
, ¿no es así, querido hermano?
 corroboro, corroboro.

En los gobiernos pasados,
los jefes que gobernaban,
ellos mismos arreglaban,
 moldes para diputados ,
y algunos salían dañados,
 pues no servían para coro,
 pero otros, créalo, Teodoro,
que antes de al Congreso ir,
 los enseñaban a decir,
corroboro, corroboro.

Al pie de las décimas, su autor, el entonces llamado “Cantor del Yaque”, nos presenta un relato anecdótico que no podía ser más jocoso y aleccionador:

 « No recuerdo en qué pueblo de la República – escribe Alix - fue que eligieron un diputado al Congreso, y después de elegido le pusieron un maestro para enseñarlo a decir ‘corroboro, corroboro’. Tenía el diputado en cuestión una memoria tan feliz que sólo un mes necesitó para aprenderse la lección, la cual durante el viaje de su pueblo a la capital, repetía diciendo: “para que no se te olvide, corroboro, corroboro, corroboro”. Bien»


Ya en el Congreso, – continúa el poeta – y tan pronto como dejara la palabra un diputado mejor elegido, se levanta nuestro héroe, diciendo: ¿“Me dejan meter el pico…?” Comprendiendo el presidente del Congreso la significación de estas palabras, le contestó que sí, que tenía la palabra.  El diputado, después de toser quince veces, escupir y pasarle el pie a lo que había escupido, se tiró del fondillo, que tenía entre peña y peña, se alzó los pantalones y dijo: “Señores: como mi vale, el que acaba de hablar, él yo somos… así… (juntando los dos índices) para que no se te olvide, " ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Socorro!"


El Congreso se alarmó y hubo tamaña barahúnda. Unos  sacaban revólveres, sus puñales otros, y creyendo que el diputado, que estaba frente a la escalera del edificio, había visto subir algunos hombres armados con intenciones hostiles; pero este,  al ver que él era la causa de semejante alboroto, gritó:"¡Alto!, señores, ¡alto! que me he equivocado; yo no he querido decir socorro, yo he querido decir “correburro” Un amigo de este le contestó: "Tampoco es así, colega. Usted querrá decir corroboro, ¿no es así? Sí, señor, justamente, es eso es lo yo he querido decir y se me había olvidado»

Alix termina su relato advirtiendo que:


«Es pues necesario que todos los pueblos de la república tengan presente esta circunstancia para que cuando vuelvan a ofrecerse elecciones para diputados elijan hombres inteligentes y dignos de ocupar tan delicado puesto para abolir para siempre a los correburros»

Se trata de una sabia advertencia que todos los dominicanos deberíamos tener presente en el momento de votar en las elecciones que cada cuatro años se llevan a cabo para elegir a los diputados y senadores que aparentemente nos “representarán” en el Congreso Nacional.

domingo, 9 de noviembre de 2014

MOSEÑOR FLORES



  (Notas : El presente artículo fue publicado en La Información por monseñor Benito Ángeles, rector de la Universidad Tecnológica del Cibao, el día 13 de junio de 1991. Por considerarlo de interés, en esa ocasión me permití reproducirlo en mi libro " Tamboril, su gente y su cultura y otros ensayos" (2000). Y por considerarlo de interés lo publico ahora en este espacio. D.C.)


MONSEÑOR FLORES: 25 AÑOS DE EPISCOPADO
Por : Monseñor Benito Ángeles


 «Es mejor hablar de la vida de monseñor Flores que de sus obras. Aunque no podemos separar la una de la otra. Su vida episcopal en La Vega, ha sido siempre encauzar el pensamiento transmitido por Mateo 20, 28: “no he venido a ser servido sino a servir”.

Son 25 años de episcopado, todos ellos en La Vega. Un episcopado de fecundidad, trabajo, sacrificio, entrega, renuncias, generosidad, testimonio de fe, pobreza, humildad, amor, nunca buscando a sí mismo, sino el bien y lo mejor para los demás. Monseñor Flores, un hombre de Dios y de su pueblo, sacerdote por excelencia.

Cuántas energías y fuerzas gastadas para promover las vocaciones sacerdotales y religiosas. De ahí su primer lanzamiento a una obra que ya ha dejado ver tantos frutos: el Seminario Menor Santo Cura de Arz., en Pontón, La Vega. No menos atención ha sabido dar a la defensa de la justicia y la promoción de los campesinos y obreros. Ocho (8) volúmenes de consumo interno resumen todos sus trabajos escritos sólo sobre justicia social. Siempre al lado de los más pobres para promoverlos, evangelizarlos y ofrecerles asistencia de caridad. De aquí la creación y construcción de los Centros de Promoción Campesina, Instituto Diocesano de Catequesis y Caritas Diocesanas.

 Ante las inclemencias del tiempo provocadas por el ciclón David en 1979, fundó en bien de los damnificados la Asociación Pro - Educación y Desarrollo, Inc., para organizar la distribución de solares y ayudar a construir casitas a familias pobres. Otra expresión de su afán por los pobres se manifiesta en su dedicación incondicional, como grandes y tantas las obras en que directa e indirectamente ha estado implicado monseñor Flores Santana.

 Veamos algunas tan significativas como importantes, para el desarrollo religioso, social y cultural. Nos referimos a :
   La puesta en valor del Sitio Histórico de la Concepción de La Vega. La Zona Franca Industrial de La Vega, entre otros.  Algunos datos biográficos nos dan luz para conocer más de cerca a un mitrado sellado por el servicio con amor. Monseñor Juan Antonio Flores Santana.

 Nació el día 3 de julio del 1927 en Bocas de Licey, Tamboril, provincia de Santiago, República Dominicana. Hijo legítimo de Faustino de Jesús Flores y Secundina Santana. En 1941 ingresó al Seminario Menor en el Santo Cerro, La Vega, donde por cinco años hizo estudios de bachillerato y Humanidades; luego 3 años de Filosofía en el Seminario Mayor Santo Tomás de Aquino, en Santo Domingo, estudios equivalentes a los de licenciatura. Luego fue becado por la Pontificia Universidad de Comillas (España) para estudiar Teología, el 1 de octubre de 1950.

 Obtuvo la licenciatura, Magna Cum Laude, en Teología en 1954. Se ordenó Sacerdote el 12 de julio de 1953 en la Pontificia Universidad de Comillas (España). Se graduó de Licenciado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, Magna Cum Laude, en 1956. Hizo el doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Comillas (España), de 1958 a 1959.

Fue canciller del obispado y párroco de Santiago y luego profesor de Filosofía y Ciencias Jurídicas en la Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago de los Caballeros. Rector del Seminario Menor San Pio X, en esa misma ciudad, de 1963 a 1966. Nombrado obispo de La Vega el 12 de junio de 1966. Fue presidente de las Comisiones Episcopales de Pastoral Familiar y de Catequesis. Miembro del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) por varios años y de la III Conferencia en Puebla, México.

 Ha escrito varios libros: “Dios y El Hombre” (600 págs.); “Vivamos con gozo nuestro sacerdocio”; “Sectas en América Latina”; “La Isla Española, Cuna de la Evangelización de América, Primicias en La Vega Real”; “Los Últimos Sucesos del Hombre y su Situación Definitiva” y otros libros más pequeños.

FELICIDADES! MONSEÑOR FLORES, en sus 25 años de Episcopado de Obispo de nuestra amada diócesis de La Vega.

La Vega, el Cibao y el País le aman de corazón y agradecen su generosa entrega.»