sábado, 30 de marzo de 2024

TODO DEPENDE DE LA POSICIÓN

Por : Domingo Caba Ramos

(Apropósito del mes de abril )

Hacerlo parado fortalece la columna. Boca abajo estimula la circulación de la sangre. Boca arriba es más placentero.

Hacerlo solo es rico pero egoísta. En grupo puede ser divertido. En el baño es muy digestivo. En el auto puede ser peligroso...

Hacerlo con frecuencia desarrolla la imaginación. Entre dos enriquece el conocimiento. De rodillas resulta doloroso...

En fin, sobre la mesa o sobre el escritorio, antes de comer o de sobremesa, sobre la cama o en la hamaca, desnudos o vestidos, sobre el césped o la alfombra, con música o en silencio, entre sábanas o en el closet: hacerlo, siempre es un acto de amor.

No importa la edad, ni la raza, ni el credo, ni el sexo, ni la posición económica… Sea cual sea la posición como lo haga :

¡LEER ES UN PLACER!

Notas: El doble sentido no necesariamente está en la intención comunicativa del emisor, sino en la mente interpretativa del receptor.

LA PESADA CRUZ DE UN CRISTO VIVO


Por: Domingo Caba Ramos


«De qué quiere usted la imagen,

preguntó el imaginero,

tenemos santos de pino,

hay imágenes de yeso.

Mire este Cristo yacente,

madera de puro cedro…»

 

(Gabriela Mistral)

 

Con la escoba en la mano derecha y su inseparable muleta – soporte en el costado izquierdo, ahí lo vemos, detenido por un momento en su área de trabajo, con su octogenaria mirada perdida en la distancia. Agotado por el peso de los años y una discapacidad que avasalla su débil anatomía, su desplazamiento resulta cada vez más tímido y más pesada su labor.

 

Al verlo, acto seguido aflora a mi mente “El imaginero”, el singular poema de la insigne maestra y poetisa chilena Gabriela Mistral (1889 -1957). Al verlo, me pareció ver la auténtica imagen del Cristo sufriente y terrenal; no una efigie “de pino”, ni mucho menos “de yeso” y “cedro”, diseñada para adorarla en altares, museos y templos, como aquella que el dinámico “imaginero” quería venderle a su cliente; pero que este rechazó.

El cliente deseaba observar la imagen del Cristo vivo, humano, como el Cristo que todas las mañanas se presenta antes mis ojos en el parque León Jiménez, arrastrando su cuerpo, su escoba y su miseria, mientras se desplaza en el cumplimiento de rutinaria faena, soportado por la solidaria intervención de una muleta casi hermana. Ese era el Cristo que yacía latente en los sueños del comprador, razón por la cual este le responde a su interlocutor:

«Déjeme, pues que le explique,

lo que de verdad deseo,

yo necesito una imagen,

de Jesús, el Galileo,

que refleje sus fracasos,

intentando un mundo nuevo,

que conmueva las conciencias,

y cambie los pensamientos…»

Pero no solo eso. Después de declarar que no quiere ver la figura de Jesús «…encerrada/ en iglesias y conventos/ni en casa de una familia/para presidir sus rezos», el exigente comprador continúa trazándole al imaginero vendedor el perfil de la imagen de su Cristo preferido:

«Yo quiero una imagen viva,

de un Jesús Hombre sufriendo,

que ilumine a quien la mire,

el corazón y el cerebro,

que den ganas de bajarlo,

de su cruz y del tormento,

y quien contemple esa imagen,

no quede mirando un muerto…»

El imaginero, muy convencido de que esa “imagen viva/ de un Jesús Hombre…” apetecida por su sensible e inquieto cliente solo es posible encontrarla allí, adonde reina la pobreza, le sugiere que:

 «Vaya a buscarla en las calles,

entre las gentes sin techo,

en hospicios y hospitales,

donde haya gente muriendo.

En los centros de acogida,

en que abandonan a viejos,

en el pueblo marginado,

entre los niños hambrientos,

en mujeres maltratadas,

en personas sin empleos…»

Solo en esos lugares, en los que se aposentan el sufrimiento y la carencia, según el imaginero, es posible percibir la presencia del Cristo Hombre, humano o respirador, razón por la cual le exhorta que la imagen viva de Cristo:

«No la busque en los museos,

no la busque en las estatuas,

en los altares y templos.

Ni siga en las procesiones,

los pasos del Nazareno,

no la busque de madera,

de bronce, de piedra o yeso,

¡mejor busque entre los pobres,

su imagen de carne y hueso!»

Entre los pobres que realizan labores de ornato en  el parque León Jiménez, Santiago de los Caballeros,  sitio donde diariamente camino,  un buen día mis ojos descubrieron la mañanera  “imagen de carne y hueso” de un cristo vivo que apenas puede moverse con su muleta y su escoba, mientras arrastra su envejecido esqueleto, limpiando las rutas de circulación del archifamoso lugar de esparcimiento, para que aquellos que  no confrontan problemas para caminar, caminen libres de entorpecedores desperdicios. Y cuando veo a este discapacitado, envejeciente y terrenal Galileo, pienso de inmediato en las licencias especiales, muchas de ellas otorgadas por este y otros gobiernos a personas que ni las merecen ni las necesitan.

Pienso que este hombre o «Cristo viviente» del parque precitado, y quien más que trabajar, parece cargar su propio cuerpo, por el solo hecho de realizar una labor que no puede ni debería realizar, merece mucho más que una licencia especial, concedida, ya sea por el ayuntamiento de Santiago o del gobierno central.

PUBLICADO EN DIARIO LIBRE EN FECHA 28/382024

CÁPSULAS LEXICOSEMÁNTICAS


Por: Domingo Caba Ramos.

1.     ¿Puede un preshow  ocurrir antes de un no show?

Un periódico digital dominicano (http://dominicanosennoticias.com), en fecha 27/11/2011, publicó una noticia en cuyo segundo párrafo se  informa que:

 “Danilo Medina presentó el discurso de  cierre del acto formal de presentación de la fórmula presidencial del PLD, representada en  el propio Medina y Margarita Cedeño de Fernández, candidata vicepresidencial. “

Se refiere el texto noticioso, al acto organizado y realizado en noviembre del pasado año, en la Arena del  Cibao, por el Partido de la Liberación Dominicana.

En la continuación del desarrollo de la noticia (párrafo 11) se afirma que:

  “Previo al acto formal se presentó un pre show con la interacción de los conductores de programas Miralba Ruiz, Brenda Sánchez, Enrique Cueli, con la interacción de Sergio Carlos y los comentarios de Roberto Rodríguez de Marchena y Julio Martínez Pozo”

En relación con  la voz “pre show”,  vale aclarar lo siguiente:

1.     El prefijo pre significa  anterioridad, antes de. Siendo así,  si se habla de “pre show”,  se estaría diciendo que en la Arena del Cibao se llevó a cabo un show, antes del cual se realizó un acto diferente ( un” pre show”); afirmación que el propio redactor se encarga de desmentir cuando en el segundo párrafo ya citado aclara que  se trató de un “acto formal de presentación de la fórmula presidencial del PLD… “

2.     El redactor incurre en un pleonasmo o  redundancia imperdonable cuando escribe aquello de que “Previo al acto formal se presentó un pre show…”,  por cuanto el término previo significa exactamente  lo mismo que pre, por lo que si en un lugar de un acto, hubiera sido realmente un show de lo que se trataba , entonces lo que se le estaría comunicando al lector era nada más y nada menos que “Previo al show  formal se presentó un pre show”

3.     Por último, según la nueva Ortografía de la lengua española, los prefijos deben siempre aparecer unidos a la base léxica o las palabras que acompañan. Conforme a este precepto, debe escribirse preshow, no pre show.

11. ¿Cuándo es agradable la temperatura?

En uno de sus acostumbrados informes del tiempo, el predictor meteorológico  le informa a la ciudadanía que “Las temperaturas continuaran bastantes agradables principalmente en horas de la noche y primeras horas de la mañana como consecuencia del patrón frió dejado por el sistema frontal.”

Me gustaría que alguien me orientara sobre cuándo, en términos numéricos, una temperatura es agradable.

Agradable es todo lo que agrada o produce placer. Se trata de un término cuyo contenido semántico entraña una cualidad, y toda cualidad se inscribe en el plano de lo subjetivo, vale decir, lo que es agradable para unos puede ser   desagradable para otros. Así, en el momento en que yo me desplazo enfundado en un cálido abrigo, mi hermano Pedro, que muy rara vez siente frío, lo hace pletórico de felicidad, “como si nada”, posiblemente en pantalones cortos y  camisas sin mangas.

Predecir el tiempo,  constituye un acto en el que necesariamente deben manejarse variables científicas, y su expresión, por tal razón, tiene que  realizarse  en términos numéricos, de tal forma que los resultados que se nos presenten estén  siempre conectados con la realidad ( objetividad) y libres de toda interpretación ( subjetividad)

PUBLICADO EN MARZO, 21,2024

LOS ACTORES DEL TEATRO POLÍTICO DOMINICANO


Por : Domingo Caba Ramos

«Los políticos constituyen una casta especial de hombres, infeccionados de un egoísmo morboso, devorados por las más bajas pasiones que usted pueda imaginarse y que aman apasionadamente la Hacienda Pública. La verdadera calamidad del trópico, son estos señores políticos, los mosquitos, los huracanes y el paludismo»

(Francisco Moscoso Puello)

En la República Dominicana, contrario a lo que podría creerse, no todo está perdido. A pesar de los hechos negativos que a diario suceden, todavía conservamos “valores” importantes. A pesar de los actos de corrupción, el auge de la delincuencia y la inversión de valores que corroe los cimientos éticos de nuestra sociedad; lo  reiteramos una vez más, no todo está perdido en la República Dominicana.

En algunos renglones somos los últimos, pero en otros somos los primeros. Los ejemplos sobran: el nuestro es uno de los territorios de América que cuenta con mayor número de canales de televisión, carros de lujo, yipetas, universidades privadas, personas iletradas, orquestas bailables y hasta de enfermos del sida.

Pero lo que es más importante: Santo Domingo es la cuna de los más brillantes actores del Nuevo Mundo. Al leer esto, posiblemente sean muchos los que se sorprendan y hasta riposten alegando que no es así. Contraargumentarán y afirmarán que aquí sólo contamos con una cantidad bastante reducida de buenos representantes de las tablas, registrados en la historia del teatro dominicano; pero ocurre que fuera de esa historia, específicamente en el escenario político nacional, es que se mueven los más famosos y auténticos actores.

Siga el rumbo de los diferentes procesos electorales y notará que el histrionismo de nuestros dirigentes políticos es impactante. Observe el comportamiento, y escuche lo que dicen los candidatos a cargos públicos y seguros estamos de que usted no tardará mucho tiempo en convencerse. Los verá con su artificial sonrisa a flor de labios; pues ha de saberse que no existen en la Tierra seres más simpáticos que los políticos dominicanos cuando están en campaña electoral.

 

 Los escuchará, a todos sin excepción, ofrecer villas y castillos a las muy ingenuas y soñadoras masas de votantes. Los verá en la pantalla de la televisión o retratados en los periódicos sonriéndole paternal y maternalmente al niño que descansa entre sus brazos. Y en los mítines y caminatas los observará confundirse con la muchedumbre, saludando, besando y abrazando hasta el más andrajoso de los ciudadanos.


Mas cuando culmina la escena electoral, el telón se cierra y se abre de nuevo. Esta vez notará que el escenario ha cambiado por completo. Los actores son exactamente los mismos, pero ya no se mueven sonrientes en las calles, sino en los pasillos grandiosos del poder. Merced a esta nueva realidad, el cambio de conducta es evidente. Ya no sonríen. Sus rostros de repente se han tornado circunspectos como si les interesara vender una imagen de «Gran señor». El sudor de las personas a quienes antes besaban y abrazaban, esta vez parece espantarle o asquearle. Las llamadas telefónicas esta vez no las responden. Del sector donde nacieron y crecieron optaron por retirarse y de sus bocas ahora sólo se escuchará un “dile que yo no estoy” o “ahora no puedo recibirlo"

Cuando termina el período gubernamental y, con este, el poder y los cargos que antes desempeñaban,  el escenario cambiará de nuevo y, en tal virtud, la sonrisa, la luz de la momentánea y  artificial sonrisa de los actores del teatro político criollo comenzará  a despertar nuevas ilusiones en la mente de los votantes que cada cuatro años se presentan a las urnas a votar en pos de un futuro mejor.

 

PUBLICADO EN DIARIO LIBRE MARZO/8/2024

¿LOS «CUBIARON» O LOS «CHAPIARION»

Por : Domingo Caba Ramos

«Cubear» o «cubiar», en la variante dialectal dominicana, significa, “timar’, engañar a alguien”. (Diccionario del español dominicano (2013: 207). Dicha forma verbal, sin embargo, se utiliza casi de manera exclusiva en la lengua coloquial y en el ámbito prostibulario, para designar el acto mediante el cual un hombre se niega a pagar a la mujer prostituta el servicio sexual prestado y previamente contratado. No deben confundirse, pues, las formas «Cubear» o «cubiar» y «Chapear» o «Chapiar». Estas voces, junto a otras de ellas derivadas: “chapiadora”, “chapiador”, “chapeo”, “cubo”, “cubero” o “cubiador” han de ser consideradas auténticos dominicanismos léxicos, por cuanto se tratan de formaciones léxicas distintivas o características del español dominicano.

 

Aparte del significado general que acerca de la voz «chapiar» ofrece el Diccionario de americanismos“Limpiar un terreno de hierba y malezas y con machete”, en el habla popular dominicana se denomina despectivamente- «chapiar» al procedimiento mediante el cual una mujer usa argucias o estrategias, fríamente calculadas, con el fin de lograr de un hombre beneficios diversos (dinero, vehículos, apartamentos, joyas, viajes al extranjero, etc.). En tal virtud, por «chapiadora», antes «peladora», deberá concebirse la mujer que se vale de su elegancia o belleza para obtener del hombre con el cual mantiene aparentes vínculos sentimentales, dinero y bienes materiales; pero sin que esos beneficios impliquen necesariamente intercambios sexuales, como ocurre con la prostituta. Se trata, la «chapiadora», de la mujer altamente materialista, generalmente caracterizada por sus impactantes y provocadores atractivos, que con pedimentos y caprichos constantes agobia o abruma al hombre por el cual ningún sentimiento de amor experimenta.

 

Merced a lo antes expuesto, se infiere que la verdadera «chapiadora» es aquella que se vale de los más sorprendentes, creativos y evasivos recursos con tal de evitar sostener relaciones sexuales con el hombre del cual ha recibido algún provecho o beneficio, esto es, la mujer que le encanta «vaciar» o «secar» bolsillos masculinos, sin aportar sexualmente nada a cambio.

 

¿En qué se diferencian entonces la «chapiadora» y la prostituta?

 

En que en el vínculo del hombre con la ramera rige el acuerdo no escrito de «Te ofrezco sexo a cambio de dinero o cualquier otro bien», mientras que la «chapiadora» o «chapi», como también la llaman en la República Dominicana, hace lo imposible, cual tigresa entrenada, por solo recibir y no ceder nada que tenga que ver con intercambio sexual. Sin embargo, y parodiando al afamado epigramista santiaguero, Luis Camejo, quien en uno de sus epigramas escribió que «De la infiel a la ramera/ solo media un escalón», bien puede afirmarse que «De la chapiadora a la ramera/ solo media un escalón»

 

Conforme a los juicios precedentes, resulta a todas luces comprensible que los candidatos a alcaldes y regidores que en las recién pasadas elecciones municipales no fueron favorecidos con el voto de las personas a las cuales ellos les habían pagado para tal fin, fueron alevosamente «cubiados», no «chapiados», como podría pensarse y han afirmado algunos.


PUBLICADO EN DIARIO LIBRE EN FECHA 29/2/2024

VOCES CUYOS USOS GENERAN DUDAS


Por: Domingo Caba Ramos

1.     ELEGIDO / ELECTO

La vacilación, la duda y la confusión persisten en el momento de utilizar una y otra

forma derivadas del verbo elegir.

Elegir, lo mismo que atender, confundir, soltar, bendecir y otros verbos del español, cuando se expresa en participio, adopta dos formas: una regular (elegido) y otra irregular (electo). Aunque en el uso cotidiano de la lengua suelen confundirse en el plano de la significación, conviene aclarar que tales verboides soportan significados diferentes:

Elegido: es el participio verbal de elegir o forma exclusiva usada en la formación de los tiempos compuestos y de la pasiva perifrástica:

a) «Su barrio lo ha elegido (no electo), una vez más, como presidente de la junta de vecinos».

b) «Ulises Rodríguez fue elegido (no electo) alcalde del municipio de Santiago de los Caballeros»

Electo: es un adjetivo o participio irregular que sólo se aplica a quien ha sido elegido para desempeñar un cargo o dignidad; pero todavía no ha tomado posesión:

a) «El acalde   electo (no elegido) será juramentado el próximo 24 de abril».

b) «La vicealcaldesa electa (no elegida) de Santiago de los Caballeros es nieta del destacado poeta dominicano y fundador del Postumismo, Domingo Moreno Jimenes (1894 – 1986). Conforme a lo antes expresado, a todas luces carece de pertinencia léxica la práctica de emplear la precitada forma irregular (electa), o su masculino electo, para formar los tiempos compuestos o la pasiva perifrástica de elegir, como ocurre en oraciones del tipo:

a)     «Luis Abinader fue electo presidente de la República Dominicana  en el año 2020»

b)     «La nueva directiva del Club Rotario aún no ha sido electa…»

En uno y otro caso debió escribirse:

a)     «Luis Abinader fue elegido presidente de la República Dominicana en el año 2020»

b)     «La nueva directiva del Club Rotario aún no ha sido elegida…»

2.     DEBER / DEBER DE…

La confusión entre los usos «deber + infinitivo» y «deber de + infinitivo» es bastante frecuente. Y tal realidad es originada por el hecho de que la suposición que entraña la perífrasis «deber de + infinitivo» se suele expresar en forma de la obligación que semánticamente soporta la locución «deber + infinitivo». En otras palabras, cuando deber forma una perífrasis verbal, es decir, se une a otro verbo, perdiendo el significado para expresar obligación o duda (debes ir / deben de ser las ocho) puede hacerlo de dos maneras:

 

a)     «Deber + infinitivo»

b)     «Deber de + infinitivo»

En el primer caso, la perífrasis expresa obligación.

 

a)    a “Mi hijo, debes usar siempre la mascarilla”. ( = obligación)

b)     b) “Mis hijos, deben mantener siempre el distanciamiento físico”. ( = obligación)

c)       c) “Debéis fumar menos”. ( = obligación)

En el segundo caso, la perífrasis expresa suposición.

a)     a) “Mi hijo, deben de ser como las 3p.m”. ( = suposición)

b)    b) “Ellos deben de haber llegado ya”. ( = suposición)

c)     c) “Debe de haber perdido el tren”. ( = suposición)

Como se puede apreciar, cada una de estas construcciones posee un significado distinto, razón por la cual no se pueden emplear de manera arbitraria, expresando incorrectamente:

a)    “El gobierno debe de mejorar los salarios de los pensionados y jubilados”. ( El gobierno debe  mejorar los salarios de los pensionados y jubilados)

b)    “El delincuente debe ser uno de los tantos deportados que últimamente han llegado a nuestro país”. ( El delincuente debe de  ser uno de los tantos deportados que últimamente  han llegado  a nuestro país)

Nótese, como bien lo prescribe el Diccionario Panhispánico de dudas, que la locución «deber + infinitivo» no lleva la preposición de delante del infinitivo cuando expresa obligación; mas sí deberá estar presente cuando indica suposición

3.     REANUDAR Y REINICIAR.

Son muchos los hablantes o usuarios de la lengua española   que consideran que los verbos “reanudar” y “reiniciar” significan lo mismo.  Nada más apartado de la realidad. Tales formas verbales no son sinónimas. Una y otra entrañan distintos valores significativos.

Reiniciar debe emplearse para aludir al hecho de volver a principio de una actividad suspendida.

Reanudar, por el contrario, es la forma recomendada para referirse a algo que vuelve a ponerse

en marcha a partir del punto en que se suspendió. Merced a estos conceptos, se infiere que para reiniciar algo es necesario volver al principio. De ahí que se reanuda, no se reinicia, el juego momentáneamente suspendido por causa de la lluvia, vale decir, se arranca desde el punto en que se interrumpió. Ahora bien, si la lluvia no para y el juego hay que suspenderlo en forma definitiva, cuando todavía   no había sido declarado oficial, este habrá de reiniciarse, no reanudarse, en una nueva fecha. En tal caso, dicho juego deberá comenzar  desde el principio, y no desde el punto en que fue  suspendido.

4.     VEREDICTO FINAL.

En la prensa, tanto nacional como internacional, es común encontrarse con el uso frecuente del sintagma o construcción léxica veredicto final. Al usarse esta, ciertamente, se incurre en caso de pleonasmo o redundancia, toda vez que el término veredicto es en sí mismo un dictamen o fallo final emitido por juez, jurado o autoridad competente. Por ser así, el solo uso de veredicto basta para garantizar el justo sentido de lo expresado. El adjetivo final sobra, nada agrega a la idea general que se intenta transmitir.

5.      SOBRE EL VERBO APERTURAR.

Los hispanohablantes, y muy particularmente los dominicanos, somos bastante prolíferos inventando o creando formas verbales. Sustantivo y adjetivo que aflora a nuestros cerebros es sustantivo o adjetivo que de inmediato lo transformamos en verbos. De ahí que formas como “implementar”, “correccionalizar”, “asquerosear”, “cualquierizar”, “desguabinar” y “chanciar”, entre otras, así como el verbo que nos ocupa, “aperturar”, se escuchen o lean con inusitada frecuencia en el uso cotidiano de la lengua.

Aperturar: término formado a partir del sustantivo apertura, se ha puesto de moda, especialmente en el léxico bancario. Según la RAE,
se considera un neologismo innecesario utilizado en lugar de abrir. Lo mismo sucede con su antónimo reaperturar, empleado en vez de reabrir. El uso de una y otra voz, de acuerdo al criterio académico, carece de aceptación y pertinencia léxica, razón por la cual, debe evitarse. En su lugar, como ya se consignó, se recomienda abrir y reabrir. Significa esto, que una cuenta bancaria, en lugar de aperturarse o reaperturarse, más bien se abre o se reabre.

Publicado en fecha 22/2/2024

LA AUSENCIA DE MELLA EN EL HIMNO NACIONAL DOMINICANO


Por: Domingo Caba Ramos

El próximo 25 de febrero se cumplirá el doscientos ocho (208) aniversario del natalicio de Matías Ramón Mella, padre de la patria y prócer de nuestra independencia. La ausencia de su nombre en las letras del himno nacional dominicano fue uno de los argumentos que más de un diputado esgrimió para oponerse a que mediante ley fuera aprobado como tal. Se alegó que el himno no podía ser reconocido oficialmente, ya que en él se omitió su nombre, lo que no sucedió con el de los otros dos padres de la patria: Duarte y Sánchez, como bien se aprecia en los versos que siguen:

«Que, en la cima de heroico baluarte,

de los libres el verbo encarnó,

donde el genio de Sánchez y Duarte

a ser libre o morir enseñó»

 ¿Por qué en los versos del himno solo aparecen los nombres de Francisco del Rosario Sánchez y Juan Pablo Duarte?» - siempre han preguntado con evidente extrañeza y no menos suspicacia muchos dominicanos.

 A tal grado ha llegado esa inquietud que, como bien apunta Arístides Incháustegui  en su ensayo ”Apuntes pata la historia del Himno Nacional Dominicano“ (1975 : 84),  el 26 de febrero de 1923, siete años antes de que el canto de Reyes y Prud – Homme fuera declarado oficial por el  dictador Trujillo, el editorialista del Listín Diario, Félix M. Nolasco, solicitaba a futuros congresos nacionales la inclusión de Mella en las letras del himno, alegando que sobre este héroe « … se ha querido colocar un velo de olvido, lo cual sería una imperdonable ingratitud…», y que en una corrección o revisión pasada, su nombre  figuraba en la composición; pero fue suprimido para acomodar los versos a  la música del maestro Reyes. «Y no es justo – concluye el editorialista – que nuestros niños estén aprendiendo y cantando en las escuelas el himno sin el nombre de uno de los tres fundadores»

Los juicios emitidos en el susodicho editorial, fueron respondidos de manera firme y detallada por Emilio Prud – Homme en una comunicación que este enviara al autor del polémico texto periodístico. Después de advertirle enfáticamente a este, que estaba equivocado, Prud -Homme pasa a rebatir cada uno de los argumentos expuestos en su controversial nota editorial:

1.     «El Himno Nacional de un pueblo – comienza aclarando el poeta - no podría contener, sin afectar el arte y la necesaria brevedad, la larga lista de sus campeones, de sus mártires y de sus héroes famosos.  Tal obra resultaría fea, pesada, extravagante y ridícula» (Ídem, p.85)

2.     «El himno patriótico - continúa Prud – Homme - no tiene por qué desempeñar la función de un libro de historia patria.”- ¿Por qué no exige usted, también – pregunta el destacado maestro y bardo puertoplateño – que figuren en el himno los nombres de Monción, Pimentel, Luperón, Salcedo, García, Polanco, Cabral y demás insignes restauradores, tan padres de la Patria como Mella, Sánchez y Duarte?» (págs. 85/86)

3.     «- ¿Y por qué no pide usted también, - vuelve a preguntar el autor del himno - que sean puestos en el canto triunfal que nos ocupa los nombres de los gloriosos campos de batalla, tales como Santomé, Cachimán, Estrelleta, El Número, Comendador, Santiago, Azua y muchos más que sería largo enumerar aquí, ya que figuran los de Beller y Las Carreras?» (Ídem, p.86)

En torno a la razón por la cual solo incluyó a Duarte y a Sánchez en su Himno, Prud – no pudo ser más explícito:

«Mi objeto al nombrar a Duarte y Sánchez en el himno no fue enumerar héroes, sino invocar el espíritu de los grandes libertadores representados en mi imaginación por esos dos grandes varones de mi patria …» (Ídem, p.86).

PUBLICADO EN FEBRERO,15/2024


INCONTINENCIA VERBAL Y COMUNICACIÓN LINGUÍSTICA


Por: Domingo Caba Ramos

 En el ámbito de la salud, se entiende por incontinencia urinaria la “pérdida involuntaria de orina” Se produce esta cuando la persona confronta problemas para controlar la micción o el flujo de orina. En el ámbito de la comunicación, existe otra incontinencia no menos nociva: la verbal.


Por incontinencia verbal entendemos la dificultad que confronta el hablante de controlar la palabra en el acto comunicativo. Se origina cuando el sujeto comunicante habla sin parar o más de lo que debería hablar, incurriendo, por tanto, en continuos exabruptos. Cuando dice lo que debería callar y habla cuando debería permanecer en silencio. Y al hablar, casi siempre lo hace sin pensar o cegado por la impulsividad del momento, por la pasión, la ira, la irracionalidad y el descontrol de sus emociones.

La inteligencia emocional de este tipo de hablante suele ser muy baja, y por esa razón,  “dice todo lo que le llega a la boca”, no importa el malestar que generen sus palabras. Y es que como el impulso les nubla la reflexión, este tipo de hablante nunca mide el efecto o impacto negativo que sus verbales intervenciones o necias palabras pueden originar después de pronunciadas.

Algunos tienen plena conciencia del problema, mas, sin embargo, no son capaces de superarlo. Otros, por el contrario, lo ignoran por completo, y al desconocerlo, la incontinencia verbal se repite o lexicaliza en forma indefinida, se asume como una práctica normal, por entender que al incurrir en los tan indelicados exabruptos, nada indebido se está realizando.

Es muy difícil que en las relaciones interpersonales no se produzcan grietas y que la comunicación efectiva se pueda lograr allí donde impere la incontinencia verbal. Y ello se debe a que a quien así lingüísticamente se comporta es natural que en el acto comunicativo le sobren palabras. Y esas palabras que sobran, por lo general dañan, hieren, golpean o, como afirma Neruda «Tienen sombra…»

 Pensar, antes de hablar, parece ser entonces la clave para el logro de una efectiva comunicación. Por eso, conviene tener en cuenta, en todo momento, la sabia enseñanza que entraña el siempre aleccionador proverbio chino:
« Si lo que usted va a decir no es más hermoso que el silencio, entonces cállese»

 Y por eso también conviene tener muy presente la idea que a mi juicio entraña la verdadera esencia de una auténtica comunicación efectiva : DECIR LO QUE NO SE DEBE CALLAR Y CALLAR LO QUE NO SE DEBE DECIR.