sábado, 25 de julio de 2015

LOS PADRES NO TIENEN QUIEN LES ESCRIBA

( A todos los padres en su "Día")

 Por: Domingo Caba Ramos.

 “Dime papá,
 ¿por qué se secan las flores? 
¿De dónde vienen las lluvias?, 
y ¿por qué sale la luna?, 
 cuando me voy a acostar…”

 (Manuel Alejandro)

 ¿Conoce usted, amigo lector, un himno a los padres? ¿Conoce usted aunque sea un solo poema dedicado a los padres?

 Aparte del ya clásico “Viejo, mi querido viejo”, popularizado por Piero,  “Pregunta a pregunta”, compuesta por Manuel Alejandro e interpretada magistralmente por Rafael de España  y A mi padre, de la autoría y voz de José Luis Perales,  ¿conoce usted, amigo lector, otra canción inspirada en el padre?

 Indiscutiblemente que en el ámbito de la creación literaria, el padre, contrario a los que ocurre con la madre, históricamente ha sido el gran olvidado, el gran excluido.

 Quizás se deba tal marginación a la conducta irresponsable mostrada por muchos malos padres en el cumplimiento de sus deberes paternos. Probablemente tenga que ver con la imagen rígida, fuerte y correctiva como tradicionalmente ha sido concebido el padre, percepción que podría convertirlo en una figura poco inspirable. O talvez se deba a que su desempeño, por más eficiente que resulte, siempre será opacado por el amor, ternura, entrega y papel trascendental desempeñado por la madre. 

Vale aclarar, sin embargo, que esa imagen patriarcal, represiva y autoritaria que antes teníamos del padre, ha cambiado sustancialmente en los nuevos tiempos. Hoy ya nos encontramos con un padre más amoroso, tierno y mucho más consciente de sus responsabilidades familiares. Padres que en ocasiones desempeñan también el papel de las madres. Esos padres merecen que exista alguien que les escriba.

 Desafortunadamente tenemos que reconocer que en la acera opuesta están los otros: los padres charlatanes e irresponsables, especie de briosos sementales, varracos o machos cabríos destinados exclusivamente a engendrar, “pintar” o lanzar muchachos al mundo a sufrir o padecer todo tipos de calamidades. Esos no merecen que nadie les escriba.

 Uno de los pocos poetas dominicanos que ha sabido recrear o expresar en versos el amor, nobleza y ternura del padre, fue nuestra gran Salomé Ureña. De ella trascribimos y dedicamos a los auténticos padres, su ternísimo y nostálgico poema “Tristezas” (1888), el cual refiere cómo sufría el entonces niño Pedro Henríquez Ureña ante la ausencia de su progenitor, el médico, poeta y escritor, Francisco Henríquez y Carvajal, en el momento en que este se encontraba en París cursando una especialidad relativa a su carrera :

 TRISTEZAS.

 "Nuestro dulce primogénito, 
 que sabe sentir y amar, 
con tu recuerdo perenne, 
 viene mi pena a aumentar. 

 Fija en ti su pensamiento, 

 no te abandona jamás, 
sueña contigo, y despierto, 
 habla de ti nada más. .

Anoche cuando de hinojos, 
con su voz angelical, 
dijo las santas palabras, 
de su oración nocturnal. 

 Cuando allí junto a su lecho, 

sentéme amante a velar, 
esperando que sus ojos, 
 viniese el sueño a cerrar. 

 Incorporándose inquieto, 

cual presa de intenso afán, 
con ese acento que al labio, 
 las penas tan sólo dan. 

 Exclamó como inspirado:

 “¿Tú no te acuerdas mamá?
 El sol ¡que bonito era, 
cuando estaba aquí papá!"

( Salomé Ureña de Henríquez)

viernes, 24 de julio de 2015

LA PREMIACIÓN “PEÑA Y REINOSO”, DEL ATENEO “AMANTES DE LA LUZ”

Por: Domingo Caba Ramos.
                                                                                 Manuel de Js. Peña y Reinoso.

El Ateneo “ Amantes de la Luz” fue fundado el 4 de junio de 1874 por iniciativa del insigne maestro, humanista, crítico y periodista Manuel de Jesús Peña y Reinoso ( 1834 – 1915 ) Como podrá apreciarse, nació esta centenaria y prestigiosa institución en un momento en que las guerras civiles y los conflictos políticos entre bandos opuestos eran más que comunes , o en el que al decir de Salomé Ureña, a cada dominicano lo cercaban “por doquier sombras de muerte”, esto es, en el que según la ilustre maestra y poetisa, en el cielo de la Patria avanzaban siniestras nubes de tempestad que a su paso oscurecían “ los reflejos del espléndido sol de la esperanza”

 Peña y Reinoso entendía, y como él las mentes ilustradas de la época, que sólo mediante la educación podían eliminarse esas sombras que opacaban la luz de la esperanza e impedían el progreso o desarrollo de la Patria. De ahí que en su discurso de apertura de la Sociedad Cultural por él fundada afirmara lo siguiente:

 “¿Qué hacer empero, señores, para no envejecer en medio de la opresión, de la guerra civil, de la miseria, de la vergüenza?… Iluminar la tarde de nuestra vida. Procurar ilustrarnos y, sobre todo, procurar que se ilustren los más jóvenes de nuestra generación, llamados a regir los destinos de la Patria en nuestros últimos días”.

Mediante el decreto No. 1510, de fecha 15 de febrero de 1936, el Ateneo fue convertido en una Institución con personalidad jurídica de carácter autónomo, destinada a difundir la cultura, las ciencias, las letras y las Bellas Artes en todas sus manifestaciones y, especialmente, servir como Biblioteca Pública.

 Entre las actividades desarrolladas por esta entidad para el logro de los propósitos que le dieron origen, vale destacar la premiación “Manuel de Jesús Peña y Reinoso”, instituida con el fin de reconocer la labor desarrollada por todas aquellas personas e instituciones que han brillado por sus valiosos aportes en el campo de la educación, periodismo, cultura, arte y servicio comunitario.
                                                El autor del presente artículo en el momento de recibir su galardón.

 Se trata de una premiación auténtica, seria, razonada y que de verdad honra y distingue, no sólo por el prestigio de la institución que la concede, sino porque la misma se fundamenta exclusivamente en los méritos de la persona reconocida. No importa a qué clase social, religión o partido político esta pertenezca. Los reconocimientos allí se proponen, se ponderan desapasionadamente y se otorgan de acuerdo a los méritos que registre la hoja de vida de cada quien. Contrasta tal distinción con otras en las que el amiguismo, cabildeo, las creencias políticas y demás aspectos subjetivos se constituyen en los requisitos requeridos para ser galardonados.

Este año, específicamente el miércoles 20 de mayo, recibieron el premio “ Manuel de Jesús Peña y Reinoso”, las siguientes personas : el educador, escritor, novelista y filólogo Andrés L. Mateo ( Medalla al mérito cultural ) Petruzca Sméster, historiadora y profesora universitaria por más de cinco décadas , la maestra Lidalberta Josefina Germosén Fondeur , el periodista Ricardo Rodríguez Rosa ( Premio al periodismo del Cibao “Darío Flores” ) , la destacada cantante Patricia Pereyra ( Medalla “Pro arte nacional”), el periódico La Información ( Reconocimiento especial ) , el folklorista y tradicionalista, Manuel Ulises Bonelly ( Premio “Servicio a la comunidad” ) y el maestro, profesor universitario y articulista de este y otros diarios nacionales, Domingo Caba Ramos. 
  La premiación contó con los auspicios de la Fundación “Eduardo León Jimenes” y el Banco Popular. El patrocinio e involucramiento de estas dos instituciones le augura larga vida a los premios “Peña y Reinoso”, por cuanto tanto una como la otra se han caracterizado históricamente por promover y sustentar proyectos que contribuyan al desarrollo del arte y la cultura.

 Felicitamos a todos esos dignos ciudadanos. Y felicitamos igualmente a los ilustres ateneístas que actualmente conforman la directiva de una institución que como el Ateneo Amantes de la Luz, ha sabido irradiar, como su nombre lo indica, la luz capaz de borrar todas aquellas sombras que puedan oscurecer“los reflejos del espléndido sol de la esperanza”