sábado, 17 de octubre de 2020

RUBENS SURO (1916 -2006)

 



A pesar de haber producido una obra poética de indiscutible valor, Rubén Suro, posiblemente, sea uno de los poetas de prestigio más olvidado y menos conocido de la literatura dominicana.

Abogado, poeta, diplomático, profesor universitario, diputado al Congreso Nacional y juez de la Junta Central Electoral, Rubén Antonio Suro García nació en La Vega, República Dominicana, el 13 de junio de 1916 y falleció el 16 de abril del 2006.

Fundador del grupo literario Los Nuevos (La Vega, 1935) y miembro titular de la Academia Dominicana de la Lengua, Suro fue, al decir del crítico y escritor Pedro Conde un " Poeta de largos silencios y una de las voces más interesantes de la literatura dominicana del siglo XX”

Su producción poética es bastante reducida y  aparece recopilada en el volumen titulado  " Poemas de una sola intención" (1984), sin embargo es uno de los primeros poetas nacionales que introduce la poesía de tema negro en la literatura dominicana, y uno de los primeros que cultiva la poesía social y política en nuestro medio literario. “La poesía de Suro – apunta al respecto el escritor y crítico literario Franklin Gutiérrez – es marcadamente política y denunciatoria como lo evidencian sus poemas “Juguetes del cañaveral” y “Proletario” (Diccionario de literatura dominicana, 2004, pág. 447)

Y en relación con su poesía negroide, Gutiérrez sostiene que Suro “en vez de referirse al negro africano – modelo recurrente empleado en la poesía negrita antillana hasta ese momento – utiliza al haitiano de quien, además de compartir geográficamente la isla, conoce sus sufrimientos y las múltiples injusticias que eventualmente se cometen contra este( ídem ) Entre sus más famosas composiciones de este género poético merecen citarse :" Rabiasca del haitiano que espanta mosquitos"  ( 1934 ) y Monólogo del negro con novia” ( 1935 )

A pesar de  que se destacó como poeta culto, Rubén Suro  incursionó también  en el campo de la poesía popular.  Correspondientes a este tipo de expresión poética,  son sus cuatro “Poemas de una sola intención”  (1940):

 1) " Estrofas de campo para muchacha de campo"

 2) "Estrofas de campo para muchacha de pueblo”

 3) "Estrofas de pueblo para muchacha de campo”

 4)  " Estrofas de pueblo para muchacha de pueblo"

En la última de esas  composiciones, el poeta introduce una aguda crítica al amor artificial, interesado y metalizado, así como al  resquebrajamiento o pérdida de valores morales característicos del  medio urbano durante la época en que fue publicada   (1940). Un medio y época en los que al decir del poeta: «la vergüenza estaba “knock – out” y en camillas la moral»

RUBENS SURO : POEMAS

a)      Poesía social

1.      PROLETARIO (*)

Tus músculos se cansan, se agota tu sudor...
siempre la misma historia: ¡triunfa tu explotador!

Esclavo resignado no sabes lo que hacer
y eres un nuevo Cristo: ¡el cristo del taller!

Y yo que te presiento en mis limpias mañanas:
rebelde visionario, rompedor de sotanas;

pródigo en inquietudes, hecho de "rojo" cuño,
que igual tumbas un ídolo que levantas un puño!

Con impaciencia espero que en tu pobreza extrema,
esa sonrisa mansa se cambie en anatema.
Seguro que no ignoras que un surco es cada Antilla,
están a ti abiertas, tú eres, pues, la semilla!

¡Aguardas al mesías, que aunque lo crean utópico,
saldrá un Karl Marx de América o algún Lenin del Trópico!

Acércate y escucha, que es bueno que lo sepas:
Londres será un desierto y Wall Street una estepa!

Ah! entonces tus dolores se irán al precipicio,
y los que te engañaron verán su "día de juicio!"

Poeta y proletario... comunistas empeños
nos unen en la senda tras realizables sueños:
¡¡¡tú, con el jornal largo y más corta la hora,
yo, con que cada lira sea una ametralladora!!!

(*)- Primer poema escrito en la República Dominicana donde se emplea una palabra (proletario) propia del vocabulario marxista.

2.   Letanía del cañaveral

             A: Mauricio Báez

 

¡En cada saco de azúcar

y en cada caña de corte,

está la garra de un fúcar

y está la sombra del Norte!

 
El azúcar de mi tierra

tiene sabores amargos...

¡los jornales son muy cortos

y los abusos muy largos!

 

El azúcar de mi tierra

tiene sabores de hiel. ..

al sudor que mal se paga

no se puede pedir miel.

 

El azúcar de mi tierra

tiene sabores de sal...

¡la Antilla canta en la "mocha"

y sangra el cañaveral!

 

El azúcar de mi tierra

tiene sabor de retama...

¡el negro de sol a sol

y el blanco de siesta en cama!

 

El azúcar de mi tierra

tiene colores muy blancos...

¡las angustias se refinan

y el "over time" llena bancos!

 

El azúcar de mi tierra

tiene colores muy pardos...

¡las ganancias son del yanqui

y del nuestro son los fardos!

 

El azúcar de mi tierra

sabe lo mismo que yo,

ique el aquí sembró la caña.

y el de allá...* la cosechó!

(1939)

3.   AL NEGRO ANTILLANO CONSTRUCTOR DE CARRETERAS

 

Negro de pico en la mano,

dueño de blanca sonrisa.

músculo que abre caminos,

blanco de un sol que calcina.

 

Negro de pico en la mano,

_ escultor en roca viva _

que igual conduce un rodillo

que empuja una carretilla.

 

Eres quien haces las rutas,

¡y es raro que tú la sigas!

No ves más que polvaredas,

y te espantan las bocinas.

 

Negro de pico en la mano,

dueño de blanca sonrisa,

abres camino al camino,

¡cerrando los de tu vida!

 

Para sembrar esperanzas,

tomas unas cuantas semillas.

En los huertos de la idea,

¡crecen rojas las espigas!

 

Un carro multicilíndrico,

 derroche de gasolina

un “claxon” impernitente

¡ y el magnate , que sonría!

El negro ve el cuadro a pie,

dueño de blanca sonrisa,

 en la sonrisa de ambos,

median distancias que abisman.

 

Negro de pico en la mano,

_ escultor en roca viva _

lo que no pudo tu pico,

lo pudo la dinamita.

Y así, en la mecha que enciendes,

puedes apagar tu vida,

por unos pocos centavos…

¡qué inercia de rebeldía!

 

Negro de pico en la mano,

blanco de un sol que calcina,

taquígrafo de distancias,

te saludan las Antillas.

 

Negro de pico en la mano,

dueño de blanca sonrisa,

las gotas de tu sudor,

 bautizaron nuestras vías.

Viendo, ahora, tu sudor,

¡creo en el agua bendita!

 

Negro de pico en la mano,

blanco de un sol que calcina,

estatuas de tu persona,

levantadas en las vías,

en oro, plata y diamante,

le dirán al Contratrista,

que al hombre que suda y sangra,

hubo que hacerle justicia.

 

Negro de pico en la mano,

dueño de blanca sonrisa,

pronto el héroe del camino,

no será solo una cifra.

 

Negro de pico en la mano,

Blanco de un sol que calcina,

¡taquígarfo de distancias,

Te saludan las Antillas!


4. ROMANCE DE LOS BATEYES

 

A lo largo del batey

se está corto de fortuna...

en la exótica oficina

juegan en cheques las sumas

y hay cierre de cajas fuertes

por blancas manos intrusas.

 

Sufren hambre los braceros,

lloran sus pobres criaturas;

el yanqui apura champaña

con sudor de mi tierruca.

 

El yanqui bebe cerveza

y le sobra el agua pura;

sus siervos sacian la sed

en pantanos y lagunas.

 

Tristeza de barracón,

posada de las angustias;

alegría de chalet,

palacio de los que abusan.

¡La Igualdad sacó pasaje

para las tierras del Nunca!

 

Con flaquezas de jornales

engruesó el yanqui fortuna;

¡en los jóvenes que suben

hay mil indices que acusan!

 

Los perros del Capital

muerden con rabia y astucia;

“los pillos" traerán veneno

por si el Amo los azuza.

 

(Los pillos son los que gritan

de económica tortura).

 

La bodega del Central

—guillotina del que suda—

tiene un silencio de "tickets"

que llevan sellos de usura.

El ruido de la moneda

igual sorprende que asusta.*

 

¡Camiones, locomotoras,

hombres cargados que cruzan...!

Y hay por doquier un derroche

de mal paga fuerza bruta.

¡El chucho capitalista

cae sobre espaldas desnudas!

 

El potentado, el señor,

sueña entre holganza y dulzura;

los otros de vida amarga

¡cortan la caña de azúcar!

El filo del jornal bajo

también les corta la nuca.

 

Sobre mares extranjeros

bogan en noches de luna

yates que el yanqui burgués

sostiene con zafra ruda.

 

Los mártires del Central

llevan su cruz de amargura,

¡¡ y hay cierre de cajas fuertes

por blancas manos intrusas!!

 

(1939)

 

*Quince días después de la publicación de este poema en el diario "La Información" de Santiago, el Congreso Nacional dictaba una ley prohibiendo la circulación de "tickets" y vales en los centrales azucareros. En la misma ley se hacia obligatorio el pago en monedas y en billetes de banco de curso legal en el país. ¡La poesía orientando a la legislación!

2) Poesía popular.

CUATRO POEMAS Y UNA SOLA INTENCIÓN 
 

a)    ESTROFAS DE PUEBLO PARA MUCHACHA DE CAMPO.

 

¡Qué traje el que yo te traje,

del pueblo aquella mañana,

luciéndolo siete días,

se endominga la semana!

 

Martes en el calendario,

pero domingo en tu traje,

agua limpia, brisa y sol,

¡qué fácil tu maquillaje!

 

Muchacha de la sabana,

retina para verdores,

en tu voz hallaron jaulas,

alondra y ruinseñores.

 

¡Cómo me río del río!,

que ambicionando agua clara,

en tus pupilas mil veces,

lo ví lavarse la cara.

 

Ruborizado y arisco,

cuando desnuda tú asomas,

cambia su azul en verdores,

el camaleón de las lomas.

 

¡Y al baño, al baño!,

sin dueño del caserío,

bebiendo sus transparencias,

le quitas la sed al río.

 

¡Cuidado con quien te toque,

la epidermis quinceañera,

caricia para tus carnes,

el agua de la chorrera!!


b)      ESTROFAS DE CAMPO PARA MUCHACHA DE CAMPO

 

Causa juite e mi condena,

degracia de mi esití,

con saboi a yeiba  guena,

con oloi a pachulí,

te saborié bueita pena,

i en ei recueido te olí.

 

Si afilei jue tu mirá,

mi pecho jue prendedoi,

si jue grande la pinchá,

jue ma grande mi doloi.

 

Ei fogón tando apagao,

i etando trite ei bojío,

señai  e de enamorao,

que no fue correpondío.

 

¡Ai si aguaitara ei conuco!,

dende ei día e tu deprecio,

loj matojo y loj bojuco,

pusién puei suelo su precio.

 

Cogí  en el chaico un lucero,

pa alumbrai el amoi mío,

lo econdí dentre ei sombrero,

i en ei ta bueito cucuyo.

 

Mi aima ta condená,

a sufrí de mai de amoi,

tan mala e mi enfeimedá,

que nian la cura ei dotoi.

 

Poi ti  siento yo un calambre,

que me ará betí moitaja.

¡ ¡Ei  pan no mata mi jambre,

ni mi se tiene tinaja!!

 

c)    ESTROFAS DE CAMPO PARA MUCHACHA DE PUEBLO.

Ei día que yo la bide,

no se lo que jue de mí,

ai cosa que ei cueipo pide,

no debiéndola pedí.

 

Ella bino con la freca,

dei lao en que sale ei soi,

era antonse tienpo e seca,

i en seca nasió mi amoi.

 

Mi amoi jue planta maidita,

que no debió de nasei

ni la mema agua bendita,

La bia jecho floresei.

 

La peché por ei trillito,

ai desile mi pasión,

bide yo aquello sojito,

i me faitó decisión.

 

Bailé con ella una noche,

noche que jue como ei día,

la cabeza  me se moche,

si no e cosa e brujería :

ei merengue de esa noche,

lo toy oyendo tuavía.

 

Tre mese pasó en la finca,

sin podeilo yo ebitai,

tre mese un amoi que jinca,

o e pa podeise aguantai.

 

Coitante sin sei cuchiyo,

mujei de la población,

¡tu amoi jue como un cadiyo,

pegao en ei corazón!

 

 ( 1940 )

Rubén Suro.

  

d)      ESTROFAS DE PUEBLO PARA MUCHACHA DE PUEBLO

« ¿Amor?
¿Este amor de la ciudad,
que ve antes que la novia
los caudales del papá?

Labios cargados de “rouge”,
para un beso artificial,
enseñado en el cinema,
por el último galán.
(La vergüenza está “knock – out”
y en camillas la moral)

Muchachas – flores de “flirt”-
marchitada castidad,
la cabeza en Cinelandia,
los pies en tierra natal.

Amor: sed de gasolina,
amor a velocidad,
que habla en libretas de bancos
para poderse expresar.

¿Amor?
¿Este amor de la ciudad,
que encuentra en el “Beauty Parlor”
una fórmula industrial,
-maravillas del cosmético-
para detener la edad?
-
Amor a base de Química,
-Max Factor dictatorial- .
Amor que quiso con “dollars”,
poseer la felicidad,
que sabe más de finanzas,
que de cosas del hogar.

¿Amor?
¿Este amor de la ciudad?
¡que cubre sus desnudeces,
con trajes de celofán!»

(1940)

Compuesta  por el laureado poeta dominicano Rubén Suro (1916/2006),  en esta última composición, su autor describe  e introduce una aguda crítica al amor artificial y resquebrajamiento o pérdida de valores en el medio urbano durante la época en que fue publicada (1940). Un medio y época en los que, según Suro, la vergüenza estaba “knock - out y en camillas la moral”.  

 Ochenta años después (actualmente, 2020), ese moral que en 1940   estaba “en camillas”  ya falleció, y ese falso, fingido o inauténtico  amor urbano   que se describe parece  tener hoy mucho más vigencia. Se trata de un “amor de escalera”,  utilizado como medio para ascender social y económicamente. (DCabaR

3) Poesía negroide

a)      MONOLOGO DEL NEGRO CON NOVIA. (*)

¡Hoy yo ta pa tené pique,

yo no quie ni conbesá…

Seberine me cree rique,

y yo ta sin tené na!

Ya me a rote siete peino,

y no canso de peinal,

eye cre que ba lisando,

¡y el cabeye sigui igual!

 

Eye pide baseline,

baseline yo le dal,

eye unte por bidone,

¡y el cabeye sigui igual!

 

Eye decir : - Sacaríe,

tráeme un lato e briyantine,

¡tú verá que bien ba tal!

Eye pone briyantine,

¡y el cabeye sigui igual!

 

Eye me dal un besite,

y desime cayadite,

con un tone conplasiento :

-Sacaríe,¿ba pagal?

Y yo paga el “permanento”

y el cabeye sigui igual!

 

¡Sacaríe,

ta perdíe!,

ta enfelme de situación,

su bosiye ta yorande,

lalegrí del corazón.

 

Sberine no da cuente,

y otro nobie ba bucá,

eye pue bucá mil nobie

¡y el cabeye sigui igual!

 

Seberine, Seberine,

tú tiene que conformal,

yo te yeba al “Bruto Parlo”,

¡y el cabeye sigui igual!

 

(Pa el culebre no hay lasite,

ni ete negre cae en ganche :

¡al cabeye de “pasite”

no alisarlo ningún planche!)

 

¡Tú ta por pagá conmigue!

y la curpa si no es míe :

cabeyita de “pimiento”,

no curarlo brujeríe,

ni arreglarlo “permanento”.

¡Tú tiene que conbesé,

que curpe yo bua tené!

 

Seberine, Seberine :

non te bale baseline,

¡tú ta pa ponelte loque!

mal de pele no curarse,

po ma que le pone graso,

¡que quien nasiole pa coque…

De piñonate no paso!

(1935 )

(*) – Rubén Suro, además de la poesía social, fue el iniciador de la poesía de tema negros en la literatura dominicana.

b)      RABIACA DEL HAITIANO QUE ESPANTA MOSQUITOS

¡Madite
moquite!
me tiene fuñíe
con ese sunbíe
que no pue aguantá.

Yo quema oja seque,
a be si se ba,
yo quema papel,
yo quema de to...
y él pasa muy cerque
de mi negre piel,
juega con el hume,
hace culiñique
y buebe a sunbá.

Yo diga biolente:
¡animá del diable
qué e lo que tu hable,
láguase de aquí...
y si no se laga
me bua di p'Haití!

¡Tú a mí no me asute,
buca gente blanque
pa que te de gute,
pa que pua picá
que si pica un negre
te pue enbenená!

Hobresite ñoñe,
saque tu ponsoñe
punta de arfilé,
¡y a que si la saque
no la buerbe a bé!

¡Yo te caiga a pale,
y te amarre un ale,
y te meta un bale
de mi revolvite
pa matá moquite!

Tú tené tu mañe,
yo tené la míe,
¡tú a mi no me engañe
ni con brujeríe!

Yo resa oracione
a Papá Bocó,
y el moquite fuese...
y luegue bobió!

Yo no tenga miede
de que pua picá,
¡e que ese sunbíe
ya me tiene arsá!

Por útime digue:
¡pa qué tu me sigue!
oye buen moquite,
animá bonite,
si lleva e conseje
tú muera de vieje,
¡no me sumbe má,
buca gente blanque
pa que pua picá,
que si pica un negre
te pue enbenená!