domingo, 2 de noviembre de 2014

¿ES CORRECTO PRONUNCIAR LA Z EN HISPANOAMÉRICA?


 Por: Domingo Caba Ramos.

 La pregunta que sirve de título al presente artículo es muy común en los cursos de lengua española que se imparten en nuestras universidades. La respuesta a tan importante cuestionamiento lingüístico bien podría resumirse como sigue: 

 Una de las características del español de América es el seseo. Consiste este fenómeno lingüístico en pronunciar como s las  letras zc, esta última ante las vocales e, i, (ciguapa – ceguera). Tales letras representan el mismo sonido, vale decir, no debe establecerse entre ellas distinción fonética. De ahí que la sílaba za, en la palabra zapato, deba pronunciarse igual que sa, en sapo. O, lo que es lo mismo, en el mundo hispánico se escribirá “zapato”, pero se pronunciará siempre “sapato”.

 No sucede igual en el centro, norte y este de España, en cuyas hablas se pronuncia como z la s y la c que precede a las vocales e, i, originándose así el fenómeno llamado ceceo. En tal virtud, un hablante ceceante dirá [zemana] por semana, [revizión] por revisión, [zemento] por cemento, [zine] por cine.

 Aunque el ceceo es un fenómeno dialectal presente en algunas zonas del sur de España, su difusión en esa zona es de mucho menor extensión que el seseo.

 “El seseo – se lee en el Diccionario panhispánico de dudas – es general en toda Hispanoamérica, lo es en Canarias y en parte de Andalucía, y se da en algunos puntos de Murcia y Bandajoz. También existe seseo entre las clases populares de Valencia, Cataluña, Mallorca y el País Vasco, cuando hablan castellano, y se da asimismo en algunas zonas rurales de Galicia. El seseo meridional español (andaluz y canario) y el hispanoamericano gozan de total aceptación en la norma culta” (2005: 598) .

 De la cita e ideas preindicadas se infiere lo siguiente:

 a) Todos los hispanoamericanos son seseantes, por tanto, en esta parte del mundo hispanohablante, la letra z carece por completo de esencia fonética o sonido propio, esto es, funciona no como fonema, sino como la expresión gráfica del fonema /s/. Lo mismo sucede con la c, la cual se pronuncia como s ( ante e,i ) y como k ( ante a,o, u ).

 b) Conforme a lo expresado en el apartado anterior, en Hispanoamérica es inaceptable pronunciar la z con una articulación distinta de la que se da a la s, como lo enseñaba el maestro dominicano en la escuela antigua. Vale recordar al respecto lo que siempre nos decía un profesor y destacado lingüista en mis años de estudios en la UASD: “Quien en Hispanoamérica mete la z en la pronunciación, también mete la pata…”

 c) Si bien el ceceo cubre un radio de acción que abarca la mayor parte de España, no es verdad que todos los españoles son ceceantes o “hablan con la zeta”, como se afirma popularmente. Este fenómeno, como ya se explicó, sólo se verifica en el centro, norte y este de España. Los canarios en su totalidad, así como una buena parte de andaluces, murcianos, catalanes y gallegos, son seseantes, vale decir, pronuncian las palabras “azul”, “cine”, “Saturno” y “corazón”, como las articula un dominicano, un colombiano o un cubano. Dirían, pues [ asul], [ sine] , [ Saturno] y [ corazón ]