jueves, 13 de julio de 2017

«ENCARTADO »: EL EUFEMISMO DEL MOMENTO EN EL HABLA DOMINICANA

 Indiscutiblemente que en el habla dominicana, “encartado” es la palabra del momento, la que está muy, pero muy “pegada”, especialmente en los medios de comunicación.

 La susodicha y desconocida voz se puso aquí de moda a partir del momento en que un grupo de “prestantes” ciudadanos fueron a parar a la cárcel, acusados de recibir sobornos de la empresa constructora Odebrech.

Como es normal, cada hecho, cada acontecimiento de impactante relevancia saca a la luz voces de uso poco común o que no forman parte del léxico activo de los hablantes pertenecientes a una comunidad lingüística determinada. En el ámbito dominicano, el caso Odebrecht, por ejemplo, contribuyó a que se extrajera del cofre de la lengua, y posteriormente se popularizara, una palabra que hasta ese momento muy pocos habían escuchado: ENCARTADO.

 ¿Qué significa “Encartado”? 

Según el diccionario académico, “Encartado “soporta, entre otras acepciones, el significado de individuo: «Sujeto a un proceso, especialmente penal» 

Todo ser “sujeto a un proceso…” es, por definición, un procesado, voz esta que en el español dominicano y en otras partes del mundo hispanohablante entraña los más negativos y desagradables valores significativos: “encausado”, “condenado”, “acusado”, “enjuiciado”, “inculpado…” Merced a estas significaciones nada placenteras, “procesado” se nos presenta entonces como una palabra “tabú”. Para evitar utilizarla, mas si les aplica a individuos provistos de rangos, alcurnia o prestigio social, entonces se maquilla o reemplaza por una palabra que como “encartado” resulta más galante, inofensiva, elegante y decorosa. Y, por consiguiente, menos atentatoria a la moral, al honor y a las buenas costumbres.

Conforme a las ideas preindicadas , el novedoso vocablo, “encartado”, ha de ser concebido como un auténtico eufemismo, cuyo uso, en el contexto que nos ocupa, tendría como propósito central, consciente o inconscientemente, minimizar la dolosa etiqueta que sí entraña el término “imputado” en perjuicio de unos ciudadanos ( empresarios, funcionarios, políticos…) que la sociedad percibe como “honorables”

 Por eso no ha de extrañar que solo estos seres con prestancia, nombres y apellidos sean llamados “encartados” por nuestros comunicadores sociales, no así los individuos comunes que incurren en faltas graves reñidas con la ley; pero que carecen de rango y distinción. Cuando estos últimos son sometidos a la justicia, ya no se trata de “encartados”, sino de “imputados”, “acusados”, “procesados”, “encausados”, “violadores de la ley”, etc.

 Obviamente que las denominaciones para referirse al sometido a la justicia varían, según el prestigio o la clase social a la que pertenezca la persona procesada.

 NOTAS:

(*) – Palabras Tabú: son aquéllas   que hacen   referencia a temas considerados desagradables por una cultura y que, por tanto, son consideradas soeces, indelicadas,  vulgares, de mal gusto o atentatorias contra la dignidad, la moral y el decoro.

(**) – Eufemismos: Son las palabras o expresiones que los hablantes utilizan en sustitución de las palabras tabú. Palabras o expresiones políticamente aceptables o menos ofensivas que sustituyen a otras palabras de mal gusto, que pueden ofender o sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente.