(A las licenciadas Alba Almonte Collado e Icelsa Collado Halls)
Por: Domingo Caba Ramos.
A
quienes no han leído el dramático y aleccionador relato “La muerte del padre Canales”, del eximio
narrador y tradicionalista dominicano, César Nicolás Penson, contenido en su
libro "Cosas añejas", les recomiendo
que lo lean, por cuanto su contenido constituye el más fiel retrato de las
debilidades y podredumbre moral que históricamente ha afectado al sistema
judicial de la República Dominicana.
El protagonista de la historia es Juan Rincón, un matón compulsivo,
especialista en asesinar mujeres; pero que debido al peso de su influencia
social casi siempre lograba evadir la justicia o quedar libre del castigo de la
ley.
Sin embargo, no todo es sombra en la justicia dominicana, vale decir, existen
jueces, como la licenciada Alba Nery Collado Halls, que irradian luz al sistema
y dignifican con su límpido ejercicio la judicatura nacional. Por esa razón ha
recibido numerosas distinciones, entre estas, dos otorgadas en menos cinco años
por la Suprema Corte de Justicia.
En la primera distinción, el más alto tribunal, presidido por el doctor
Jorge Subero Isa, reconoció en enero del 2010 a la honorable jueza y
actualmente presidenta de la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación
de Santiago, con el Mérito a la Excelencia en el Servicio Judicial, por su destacada
trayectoria, excelencia, eficiencia y responsabilidad en el servicio judicial
durante casi cuarenta y dos años.
Al hacer entrega de la placa de reconocimiento, Subero Isa expresó que “El pleno de la Suprema Corte de Justicia se siente sumamente contento
por este merecidísimo homenaje que hoy rendimos a la magistrada Alba Nery
Collado, para lo cual el pleno de la misma se reúne por primera vez en la
historia en esta Sala de Deliberaciones a hacer entrega de este merecido
reconocimiento a nuestra querida magistrada, de quien nos sentimos sumamente
honrados de tenerla aquí”.
En la segunda, la Suprema Corte de Justicia, esta vez dirigida por el
doctor Mariano Germán Mejía, el Consejo del Poder Judicial y la Dirección
General de la Carrera Judicial Administrativa y de Gestión de Capital Humano,
el 7 de marzo del presente año, otorgaron a la funcionaria, nativa de Tamboril
y con cuarenta y seis años de servicio en el Poder Judicial, el «Reconocimiento a la Excelencia en el servicio
judicial».
Hija de los distinguidos maestros don Juan Collado y doña Fredesvinda
Halls (doña Fredé), Albanery Collado Halls nació en Tamboril, municipio en cuya
escuela, Sergio Hernández, inició sus estudios primarios e intermedios. Estudia
francés en la Alianza Francesa y en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, en
Santiago de los Caballeros, obtiene el título de Bachiller: Mención Filosofía y
Letras. Años después se graduó de licenciada en Derecho en la Universidad
Católica Madre y Maestra (UCMM).
Al Poder Judicial ingresó el 22 de mayo de 1968 como jueza de paz en su pueblo
natal, Tamboril. En el distrito judicial de Santiago ha desempeñado los
siguientes cargos:
1) Juez de Paz y de Trabajo.
2) Juez de la Cámara civil, comercial y de trabajo de la segunda
circunscripción del Juzgado de Primera Instancia.
3) Juez segundo sustituto del presidente de la Cámara penal de la
Corte de apelación.
4) Juez interino de los juzgados de instrucción en varias ocasiones.
5) Juez interino de las cámaras penales en varias ocasiones.
6) Juez interino en calidad de suplente de las cámaras civiles en varias
ocasiones.
7) Juez presidente de la Cámara civil y comercial de la Corte de Apelación
( cargo actual) .
Además de la Suprema Corte de Justicia, esta consagrada y honesta magistrada ha
sido reconocida por la Escuela Nacional de la Judicatura (en dos
ocasiones), Asociación de Abogados de Santiago, ayuntamiento de Tamboril,
Comisionado de apoyo a la reforma y modernización de la justicia, así como por
los clubes rotarios”Santiago Apóstol”, “Santiago Gurabito” y”Santiago
Monumental”, entre otras prestigiosas instituciones de Santiago y pueblos
vecinos.
A pesar de los importantes cargos desempeñados y las numerosas distinciones
recibidas, la presunción o ínfula del poder, muy propia de las mentes mediocres
o acomplejadas, nunca ha encontrado posada en el cerebro de esta digna e
ilustre tamborileña. De ella podemos decir, en tal virtud, que la cortesía,
sencillez, don de gente y humildad constituyen sus principales rasgos
característicos.
Por todo lo antes expresado, tenemos necesariamente que concluir estas notas
afirmando que por su luminosa trayectoria jurídica y ejemplar conducta
ciudadana, la magistrada Alba Nery Collado Halls dignifica las judicaturas
nacional y de Santiago, y dignifica también al pueblo que la vio nacer, mucho
aprecia y en el cual siempren ha vivido : Tamboril.