viernes, 28 de septiembre de 2018

RAMÓN LEONARDO (*)

Por: Domingo Caba Ramos
                                                                              Ramón Leonardo


 Ramón Leonardo Blanco Quesada. Cantante, compositor, activista social, militante revolucionario, líder religioso y profesor de artes marciales, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros el día 28 de febrero de 1948. Hijo del comerciante don Leoncio Blanco y la señora Anglae Quesada, también cantante.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, al mismo tiempo que se destacaba como estudiante de karate, disciplina en la que alcanzó el grado de Cinturón Negro, tanto en el estilo chino (Kung Fu) como en el coreano (Moo Do Kwan). También obtuvo el título de Técnico en Máquinas- Herramientas en la Escuela de Técnicos Medios de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

En el ámbito musical, recibió clases de acordeón y piano con el maestro Primitivo Santos y de trompeta en la Escuela Municipal de Santiago con los maestros Julio César Curiel y Manolo García.

Su pasión artística la heredó de su madre.

«Mi madre – afirma al respecto- sembró en mí los genes del arte. En su juventud – continúa – mi madre formó parte del Dueto Apolo, junto a Teté Marcial, quienes eran acompañadas al piano en sus presentaciones en vivo en la emisora HI3U, por el entonces joven y después afamado compositor, Diógenes Silva» 

Pero no solo de su madre. Dos de sus tíos también fueron prestigiosos músicos, en tanto que su padre, aunque en otra faceta del arte, se destacó como fino declamador.

 Incursionó en la guitarra, y sus experiencias en el barrio Mejoramiento Social lo impulsaron a escribir sus primeras canciones sociales y románticas, naciendo de esta manera el que luego sería el reconocido CANTOR DEL PUEBLO. En esa época funda el Club Superación, actualmente Club SAMEJI.

En los Estados Unidos grabó su primer disco titulado «Yo canto al amor», con el auspicio de su tío Baby Quesada. Más tarde sus temas “Todos somos iguales” y “Juventud” alcanzaron un nivel tal de popularización que lo llevaron a debutar como cantante profesional el 5 de abril de 1970.

 Sus canciones sociales, incluidas en su primera grabación, hicieron posible el nacimiento del “Grupo Expresión Joven”, el cual lideraba musicalmente junto a Cholo Brenes.

Canciones de la autoría de Chico González con música de Ramón Leonardo, se escucharon en la radio dominicana en la década de los setenta, provocando que fuera encarcelado en cinco ocasiones e impedida su entrada a ciudades donde tenía que actuar.

El canto social lo llevó a ser denominado “Padre de la Canción de Protesta de la República Dominicana”. Fue parte del histórico evento “Siete días con el pueblo”, celebrado en nuestro país del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, en cuya apertura no pudo participar por encontrase preso en Dajabón, acusado de «agitador» o alterar el orden público.

Canciones como”, “Francisco Alberto¨ “Abra la reja Señor Gobierno”, “Soldado”, “Universidad” y ¨Está llegando la hora¨, entre otras, acompañaron al proceso político y social del pueblo en esa época, bajo el gobierno de Joaquín Balaguer. Se trata de canciones que como lo expresa el propio cantautor « son recordadas por generaciones que tuvieron que enfrentar la intolerancia de un régimen que encarceló, exilió, asesinó y reprimió a miles de jóvenes estudiantes y a dirigentes políticos. Fueron canciones que acompañaron la lucha de la época, que aguijoneaban las emociones sociales y alimentaban la rebeldía patriótica» .

 La primera de estas, «Francisco Alberto caramba», prohibida en el mismo año en que se compuso y difundió (1973), más que una canción se convirtió en un verdadero himno de combate. El espíritu libertario de los dominicanos se encendía desde el mismo momento en que se escuchaban los primeros acordes de la guitarra que acompañaba su interpretación. Con toda propiedad debemos afirmarlo: en la historia de las luchas políticas de la República Dominicana, ningún otro texto discursivo y/o literario ha logado, como Francisco Alberto, encender el ánimo y prender la mecha de la rebeldía.

 Por esa razón, debo decir, sin temor a exagerar, que el régimen balaguerista le tenía más miedo o pavor a la bélica guitarra de Ramón Leonardo que a los fusiles de los guerrilleros que tuvo que enfrentar en febrero del antes citado año en la loma de Playa Caracoles, San José de Ocoa.

Con la canción protesta, Ramón Leonardo supo forjar conciencia, gestar esperanzas, sueños y utopías en una juventud que aspiraba a una nueva sociedad en la que reinara la libertad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos. Es por eso que los jóvenes de entonces veíamos en este combativo cantautor a nuestro más digno referente y fue por eso que supo ganarse, hasta la fecha, el respeto y el aprecio del pueblo dominicano.

Pero además de la canción de tipo social, Ramón Leonardo incursionó en género romántico, como bien se pone de manifiesto en títulos como «Nunca supe más de ti», «Camino hacia al altar», «Los celos», «Te extraño tanto» y otras que en su momento alcanzaron gran popularidad y difusión.

En 1984 Ramón Leonardo abandona el canto romántico e inicia un proceso de conversión que lo lleva a predicar lo que él llama la buena Nueva de la Salvación. Para tal fin compone temas alusivos, funda el Ministerio Acción Evangelizadora Católica, abre programas de radio y televisión y recorre parte del país y los Estados Unidos.

Este cantautor ha publicado escrito los siguientes libros: «Historia de mi voz», «Hacia el socialismo nacional democrático» y «Conceptos sobre el arte popular, sociedad y compromiso»

 En el primero de esos textos, «Historia de mi voz», el doctor Ricardo Nieves, escritor, profesor universitario y destacado comentarista de radio y televisión, escribió unas breves palabras, las cuales comparto en todas sus partes. Y por compartirlas, tengo necesariamente que terminar con ellas mi intervención. Dice Ricardo Nieves lo siguiente:

« De Ramón Leonardo puede decir: sobreviviente de una generación… cantor del pueblo en un momento en el que el más puro canto presagiaba el riesgo… cantor del amor, de la poesía, del dolor. 

Todavía se recuerda el aire irreverente de la canción que cuenta y canta rebeldía. Canción de patria, de vida, juventud y osadía. 

Ramón Leonardo congrega en cada nota de su voz la quejumbre de un tiempo muerto. Pero también aquel período de lucha y esperanza en el que, pese al otoño y sus desgarros, nos marcó para no morir. Por eso saludo la Historia de mi voz, como la historia de todas las voces enterradas, las mutiladas, las heridas, las osadas. En fin, aquellas que como la de Ramón Leonardo, todavía apuestan a la esperanza»

 (*) – Texto de las semblanza leída por el autor en fecha 20/9/2018, en el acto organizado en Casa de Arte por la Asociación de Escritores y Periodistas de Santiago, la Dirección Regional de Cultura (Norte) y el programa «Detrás de la noticia», y en el cual se reconocieron los aportes culturales de cuatro distinguidas personalidades de esta ciudad.