sábado, 31 de octubre de 2020

«PAPI, PAPI, LAS NUBES ESTÁN VOMITANDO LLUVIA…»

 

«PAPI, PAPI, LAS NUBES ESTÁN VOMITANDO LLUVIA…»
 
Por: Domingo Caba Ramos
 
                                                                                           Nicol María Caba
 
Mi Pequeño Manojito de Ternura, Nicol María, cada vez que está lloviendo me invita o yo la invito a contemplar la lluvia desde mi balcón. Como aquella inolvidable cotorrita de mis años infantiles, la Cuca de mi casa, a quien la embriagaba la emoción y la alegría ante la presencia repentina de la lluvia, a mi Manojito le sucede lo mismo cuando escucha y ve descender hacia la Tierra, acompañados de su melodiosa serenata, esos finos hilos de plata que tanto recrean o esparcen nuestro espíritu. Y como si lo contrario ella quisiera decirle a la grata y refrescante visitante, acto seguido irrumpe con el siguiente y breve canto de bienvenida, y a cuyo tercer verso se le ocurrió realizarle una fraterna y afectiva adaptación:
 
«Lluvia, lluvia vete ya,
que otro día volverás,
y mi familia quiere jugar…»
 
Hoy, contrario a otro día y para mi agradable sorpresa, un repentino aguacero le arrancó a mi emocionado Manojito un mensaje que por su poético y profundo sentido metafórico no pudo ser para mí más impactante y regocijante:
 
«PAPI, PAPI, LAS NUBES ESTÁN VOMITANDO LLUVIA»
 
Difícil fue para mí no abrazarla fuertemente, besarla y decirle con la más paternal de la ternura:
 
« ¡SALVE, MI NIÑA ADORADA!, ERES MI POETISA FAVORITA…»
 
Así es Nicol, la más auténtica expresión de mi otro yo. Así es Nicol María, una flor que llora y un diamante que respira.