jueves, 10 de enero de 2013

EL PLAN NACIONAL DE ALFABETIZACION : UN COMPROMISO DE TODOS .
  Por: Domingo Caba Ramos.

“La educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo…” 

(Paulo Freire)


 En su discurso de juramentación como presidente de la República Dominicana, el pasado 16 de agosto, el licenciado Danilo Medina expresó lo siguiente:

 « Una de nuestras primeras acciones de gobierno será declarar la eliminación del analfabetismo como alta prioridad nacional. Tenemos que sentir como una ofensa nacional, social y personal, que existan hermanos y hermanas esclavizados por la ignorancia»

 Y acto seguido invita a los dominicanos, casi a manera de ruego, a cooperar con el Plan:

 «Desde este momento, invitamos a todos los dominicanos y dominicanas de buena voluntad, a ser protagonistas de esta hermosa epopeya. ¡Vamos Compatriotas, que nadie se quede rezagado! ¡Llevemos el amor y la esperanza hechos letras a más de 700,000 dominicanos y dominicanas, que nos están esperando! ¡Será una victoria que recordaremos para siempre! ¡La educación es el nuevo nombre de la libertad!»

 El Plan, como lo había anunciado el Presidente, se inició el lunes de la presente semana. Y como bien lo había solicitado este, nadie debe permanecer rezagado e indiferente frente a esta feliz y patriótica iniciativa. Un plan que si bien fue concebido y está siendo financiado por el Gobierno, en su ejecución debemos participar todos los que como el sacerdote y educador brasileño, Paulo Freire, creemos que solo a través de la educación se rompen las cadenas de la opresión y abren las puertas de la libertad. Todos los que entendemos que no existe liberación sin educación.

 « La alfabetización – apunta José Barreiro en el prólogo al libro La educación como practica de la libertad, del antes citado pedagogo – solo será auténticamente humanista en la medida en que procure la integración del individuo a su realidad nacional, en la medida en que le pierda el miedo a la libertad, en la medida en que pueda crear en el educando un proceso de recreación, de búsqueda, de independencia y, a la vez, de solidaridad» (1979: 14). Estos propósitos, indiscutiblemente, solo es posible alcanzarlos cuando el iletrado se convierte “en dueño de su propia voz”

 ¿ Por qué y para qué alfabetizar? 

Para Pablo Freire “educar es concienciar”. O como bien lo explica su prologuista, Barreiro :

« La conciencia del analfabeto es una conciencia oprimida. Enseñarle a leer y escribir es algo más que darle un simple mecanismo de expresión. Se trata de procurar en él, concomitantemente, un proceso de concienciación,o sea, de liberación de su conciencia con vistas a su posterior integración en su realidad nacional, como sujeto de su historia y de la historia…» (Ob. Cit. )

Por eso entendemos que el Plan Nacional de Alfabetización que en esta semana se puso en marcha en nuestro país, no debe tener banderas ni colores, esto es, no debe asumirse con apasionamiento, sectarismo o fanatismo partidario. Si realmente presumimos de patriotas y nacionalistas, debemos poner nuestra voluntad al servicio de esta noble y patriótica misión. Debemos contribuir para que cada iletrado dominicano abandone  su mundo sombrío, se encuentre con la luz, transforme su conciencia y se convierta en protagonista de su propia historia.

El Plan Nacional de Alfabetización es, en fin, un compromiso de todos.