lunes, 12 de mayo de 2025

¡SALVE, DON FELIPE!


Un día como hoy, 12 de mayo de 1935, nació en el municipio Bajos de Haina, provincia San Cristóbal. Un día como hoy se aposentó en este complicado, pero ansiado mundo de los vivos esa gloria del deporte dominicano llamada FELIPE ROJAS ALOU, un atleta al cual siempre he respetado y admirado por las condiciones atléticas y humanas que tipifican su ser, y a las que parte de las cuales aludo en el artículo (Listín Diario 27/11/92) que más abajo me permito compartir, con motivo del cumpleaños número noventa del hoy anciano y siempre digno ciudadano. El texto completo del antes citado artículo es el siguiente :


DON FELIPE ROJAS ALOU

Por: Domingo Caba Ramos
“Hay gente que no respeta la estatura de los años”
(Felipe Rojas. Alou)
La frase que introduce el presente artículo la pronunció el destacado jugador y manager dominicano que hoy ocupa nuestra atención, un tanto incómodo por supuesto, al ser entrevistado minutos después que los Leones del Escogido se coronaran campeones de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (1991-92). Y la misma fue externada para censurar la acre actitud asumida por los cronistas y fanáticos que no desmayaron en cuestionar su método de dirección en el desafortunado instante en que el combativo equipo escarlata mordía el polvo amargo del sótano.
Nació en Haina, su bien amada y jamás olvidada patria chica. Nació en el vientre del gran cañaveral, importunado por el olor penetrante del guarapo, acariciado por el viento tibio del ingenio y arrullado por el eco tormentoso de ese “brusco tropel de raíles” de que nos habla el poeta.
Dominicano aquí y allá, atleta a tiempo completo y caballero a carta cabal, triunfó como lanzador de jabalinas, extraña disciplina deportiva en la que llegó a ostentar el título de Campeón Nacional.
Como manager, conviene reiterarlo, ha triunfado en más de una oportunidad. Y ello ha sido posible no sólo por la vasta experiencia y amplios conocimientos que en materia de béisbol posee el exjabalinero, jardinero y dirigente criollo. Ha triunfado y triunfará:
Porque sabe dirigir y sacarles el máximo a sus jugadores.
Porque, cual veterano administrador, sabe orientar, reconocer, estimular, incentivar, brindar confianza, otorgar oportunidades, actuar con firmeza y conceder un trato justo a sus dirigidos.
Porque nunca ha encontrado espacio en su comportamiento dirigencial la muy odiosa y no menos rentable práctica de humillar, vejar u ofender tanto en obra como en palabras al equipo humano bajo su dependencia.
Triunfó, en fin, porque es un verdadero líder y el jefe ideal que demandan los tiempos modernos.
A él todos se solazan en identificarlo con el afectivo sobrenombre de el “PANQUÉ DE HAINA”. Yo, por mi parte, prefiero llamarlo con merecida deferencia:
Don Felipe Rojas Alou.
(Listín Diario: 27 - 11 - 92)

«IMPORTANTIZAR», «APERTURAR», «RESOLUTAR» Y OTRAS VERBALIZACIONES EN EL HABLA DOMINICANA.


Por : Domingo Caba Ramos

«No siempre lo primero es lo mejor que acude a la pluma. Si no se vigila el espíritu, si no lo fuerza a esmerarse, suele segregar trivialidades…»


(Manual del español urgente)

El verbo forma parte de las llamadas categorías formales o gramaticales del discurso  . Se caracteriza por su función esencialmente predicativa, expresa la actitud síquica del hablante y sitúa la significación, mediante sus tiempos, en el presente, en el pasado y en el futuro.

El idioma español, como toda lengua, cuenta con lo que bien podría denominarse su “menú” de verbos, el cual yace contenido en el diccionario y otros  textos académicos publicados por la Real Academia Española (RAE);pero al margen de este “menú”, y en virtud del proceso de evolución de la lengua, de la masificación lingüística y esa  demostrada capacidad que poseen  los hablantes dominicanos para verbalizar o crear voces léxicas, cada cierto tiempo  surgen nuevas formas verbales, resultados, casi siempre, de la conversión de nombres y adjetivos en verbos (Verbalización), muy especialmente en la expresión oral.

Como gestores y promotores de esas realizaciones hay que situar en primer plano a los comunicadores sociales, políticos, tecnócratas y administradores del Estado. De ahí que en el español dominicano no resulte extraño leer o escuchar construcciones verbales tales como “correccionalizar” , “aperturar”, “importantizar”,  “resolutar”, “cueriar” y “abrochar” , entre otras

La Agencia EFE, en su bien pensado y consultado Manual del español urgente (1995), dice al respecto lo siguiente:

«No es buena la actitud de muchos periodistas que escriben con absoluta despreocupación, sin preguntarse jamás si será razonable su manera de escribir; que cifran su ideal en el empleo de palabras recién oídas o leídas plenas de “modernidad”; que las forjan al buen tuntún; que les hacen decir lo que no significan; que se aferran a ciertos vocablos como si no existieran otros, y que aún muestran mayor desenfado con la sintaxis. En gran medida, la comunicación periodística se realiza hoy gracias a que el lector suple la información defectuosa que se le sirve, y, si no puede suplirla, malentiende o entiende a medias. Hay que insistir en el consejo de releer y corregir reflexivamente antes de transmitir» (p. 18)

Si se procediera acorde con lo planteado en la cita antes transcrita, en lugar de “aperturar”, por ejemplo, lo más apropiado hubiera sido decir “abrir”; “emitir la resolución”, en vez de “resolutar” , “dar importancia”, en vez de “importantizar” y “comer”, en vez de “abrochar”