sábado, 15 de febrero de 2020

VENTITRES AÑOS Y PARECE QUE FUE AYER


Por : Domingo Caba Ramos

                                                                                   Doña Librada Ramos Vda. Caba

En la madrugada de aquel infausto 16 de febrero que no quiero recordar, se nos fue para no volver, víctima de un fulminante paro cardíaco, hace ya veintitrés años. A veces mi mente admite  que ya falleció, y su tierna imagen maternal,  aparentemente se me aleja o  la olvido; mas de repente, como un torbellino, y  en el momento menos esperado, la tengo más cerca que nunca, más viva que nunca,  tan cerca y tan viva que parece que la veo,  que me  habla, que me ríe, besa y me  abraza dulcemente. Es entonces cuando mi subconsciente trata de convencerme de que ella, doña Librada, aún vive. Y es entonces cuando comprendo la grandeza o inmenso sentido que entraña las sabias palabras del poeta  cuando dijo: Hay muertos que van subiendo cuánto más su ataúd baja