Vivimos
en una tensión y angustia permanentes. Aparte de las inesperadas y complejas situaciones que la vida familiar,
laboral y social nos plantea, los
problemas se generan como por encanto, unos tras otros : inseguridad, robos, atracos,
violaciones sexuales, feminicidios, actos de corrupción tanto en la
administración pública como privada, la fuga de Quirinito y Luis el Abusador,
las quejas de Leonel de que Danilo Medina le hizo fraude en las recientes primarias
internas de su partido, la denuncia de este de que un hacker hindú preparó dicho fraude, el algoritmo, el
código fuente, auditoría del sistema de voto automatizado, así como las
debilidades y vicios del gobierno.
Todo, todo lo antes dicho produce un estado
tal de tensión, que sin dejar enfrentar y buscarles solución a esos problemas, de
vez en cuando, quizás convenga recrear nuestro espíritu con uno de los poemas
clásicos de la literatura dominicana, de la autoría de nuestro gran poeta
sorprendido, Franklin Mieses Burgos y con uno de los cuadros magistrales del
destacado pintor dominicano, profesor Federico Izquierdo (1904 - 2004)
Pero
no solo recrear nuestro mundo espiritual, sino también decir con las palabras del
poeta: “Bailemos un merengue que nunca más se acabe/ bailemos un merengue hasta
la madrugada”
PAISAJE CON UN MERENGUE AL FONDO
(Franklin Mieses Burgos)
(Franklin Mieses Burgos)
Por dentro de tu noche
solitaria de un llanto de cuatrocientos años;
por dentro de tu noche caída entre estas islas
como un cielo terrible sembrado de huracanes;
entre la caña amarga y el negro que no siembra
porque no son tan largos los cabellos del agua;
inmediato a la sombra caoba de tu carne:
tamarindo crecido entre limones agrios;
casi junto a tu risa de corazón de coco;
frente a la vieja herida violeta de tus labios
por donde gota a gota como un oscuro río
desangran tus palabras,
lo mismo que dos tensos bejucos enroscados
bailemos un merengue:
un furioso merengue que nunca más se acabe.
-¿Que somos indolentes?
¿Que no apreciamos nada?
¿Que únicamente amamos la botella de ron,
la hamaca en que holgazanes quemamos el andullo la
del ocio en los cachimbos de barro mal cocidos
que nos dio la miseria para nuestro solaz?
¿Que únicamente amamos la botella de ron,
la hamaca en que holgazanes quemamos el andullo la
del ocio en los cachimbos de barro mal cocidos
que nos dio la miseria para nuestro solaz?
Puede ser; no lo
niego; pero ahora, entre tanto,
bailemos un merengue hasta la madrugada,
entre ajíes caribes de caricias robadas,
cabe cielos ardidos de fuego de aguardiente,
bajo una blanca luna, redonda, de cazabe.
bailemos un merengue hasta la madrugada,
entre ajíes caribes de caricias robadas,
cabe cielos ardidos de fuego de aguardiente,
bajo una blanca luna, redonda, de cazabe.
Que ya me están
urgiendo de caminos reales
los nísperos canelas de tus propios racimos,
y no sé de qué soles tropicales me vienen
todas estas violentas viscerales urgencias
de querer cimarronas morbideces de sombras.
los nísperos canelas de tus propios racimos,
y no sé de qué soles tropicales me vienen
todas estas violentas viscerales urgencias
de querer cimarronas morbideces de sombras.
-¿Que hay muchos que
aseguran
que aquí, entre nosotros,
la vida tiene el mismo tamaño de un cuchillo?
que aquí, entre nosotros,
la vida tiene el mismo tamaño de un cuchillo?
¿Que nuestra gran
tragedia como país empieza
desde cuando aprendimos a tocar el bongó?
desde cuando aprendimos a tocar el bongó?
¿Que el acordeón y el
güiro han sido los peores
consejeros agrarios de nuestros campesinos?
consejeros agrarios de nuestros campesinos?
Puede ser; no lo
niego; pero ahora, entre tanto,
bailemos un merengue que nunca más se acabe,
bailemos un merengue hasta la madrugada:
que un hondo río de llanto tendrá que correr siempre
para que no se extinga la sonrisa del mundo.
bailemos un merengue que nunca más se acabe,
bailemos un merengue hasta la madrugada:
que un hondo río de llanto tendrá que correr siempre
para que no se extinga la sonrisa del mundo.
-¿Que el machete no es
sólo en nuestras duras manos
un hierro de labranza para cavar la tierra
pequeña de conuco, sino que muchas veces
se ha convertido en pluma para escribir la historia?
un hierro de labranza para cavar la tierra
pequeña de conuco, sino que muchas veces
se ha convertido en pluma para escribir la historia?
Puede ser, no lo
niego; pero ahora, entre tanto,
bailemos un merengue que nunca más se acabe,
bailemos un merengue hasta la madrugada:
que ya no serán sólo tus manos olvidadas
dos sonámbulas rutas de futuras vendimias
sobre una tierra brava;
ahora te daremos otras maternidades
fecundas de distintas raíces verticales.
bailemos un merengue que nunca más se acabe,
bailemos un merengue hasta la madrugada:
que ya no serán sólo tus manos olvidadas
dos sonámbulas rutas de futuras vendimias
sobre una tierra brava;
ahora te daremos otras maternidades
fecundas de distintas raíces verticales.
-¿Que fuimos y que
somos los mismos marrulleros;
los mismos reticentes del pasado y de siempre?
¿Que dentro de la escala de los seres humanos
hay muchos que suponen que nosotros no vamos
más allá del alcance de un plato de sancocho?
los mismos reticentes del pasado y de siempre?
¿Que dentro de la escala de los seres humanos
hay muchos que suponen que nosotros no vamos
más allá del alcance de un plato de sancocho?
Puede ser; no lo
niego; pero ahora, entre tanto,
bailemos un merengue de espaldas a la sombra
de tus viejos dolores,
más allá de tu noche eterna que no acaba,
frente a frente a la herida violeta de tus labios
por donde gota a gota como un oscuro río
desangran tus palabras.
bailemos un merengue de espaldas a la sombra
de tus viejos dolores,
más allá de tu noche eterna que no acaba,
frente a frente a la herida violeta de tus labios
por donde gota a gota como un oscuro río
desangran tus palabras.
Bailemos un merengue
que nunca más se acabe,
bailemos un merengue hasta la madrugada:
el furioso merengue que ha sido nuestra historia.
bailemos un merengue hasta la madrugada:
el furioso merengue que ha sido nuestra historia.
(*) – FRANLIN MIESES BURGOS (1907/1976)
Nació y murió en la ciudad de Santo
Domingo. Autor de una breve e intensa producción poética, resalta por su
profundo lirismo y conceptos filosóficos de tinte existencial. Fue uno de los
iniciadores del movimiento literario en su país llamado "Poesía
Sorprendida". Se caracteriza por el acendrado surrealismo y posición
antidictatorial contra el gobierno del dictador Rafael Trujillo