jueves, 23 de enero de 2020

EN TORNO A LA PRONUNCIACIÓN DE LA Z

 (A propósito del inusual ceceo del cronista deportivo)

Por: Domingo Caba Ramos.

Son numerosos los falsos criterios y errores conceptuales en que incurren los hablantes dominicanos en el uso cotidiano de la lengua. Tales errores se aprenden, repiten y propagan de manera impresionista, y muchos de ellos han alcanzado la categoría de verdaderos mitos, por cuanto no obstante su realización colectiva, las ideas que entrañan y los generan, carecen por completo de pertinencia o fundamentación lingüística. Los medios de comunicación y, extrañamente, los centros escolares, deben señalarse entre los principales focos de divulgación de esos mitos.

 En la antigua escuela dominicana, por ejemplo, los maestros obligaban a sus alumnos a pronunciar la letra z diferente a la s. Así, el estudiante tenía que decir [realizar] por realisar y [zapato] por sapato. Aunque semejante práctica docente se ha reducido casi hasta su definitiva extinción, aún se mantiene ese enfoque distorsionado en la enseñanza dela lengua española.

 Merced a esa realidad, no extraña el hecho de que un popular y no menos pintoresco cronista deportivo que ejerce como narrador en una de las cadenas de trasmisión de béisbol de invierno de nuestro país, la cadena azul, pronuncie [azul] en vez de asul y [paralizado] en vez de paralisado. A partir de esta recurrente y ceceante práctica lingüística, de inmediato surge la pregunta:

¿Deben la z y la c articularse diferentes a la s?

Una de las características del español de América es el SESEO. Consiste este fenómeno lingüístico en pronunciar como s las letras z y c, esta última ante las vocales e, i, (ciguapa – ceguera) Tales letras representan el mismo sonido, vale decir, no debe establecerse entre ellas distinción fonética. De ahí que la sílaba za, en la palabra zapato, deba pronunciarse igual que sa, en sapo. O, lo que es lo mismo, en Hispanoamérica se escribirá “zapato”, pero se pronunciará siempre “sapato”

No sucede igual en el centro, norte y este de España, en cuyas hablas se pronuncia la z y la c que precede a las vocales e, i, distintas a la s, originándose así el fenómeno fonético llamado CECEO. En tal virtud, un hablante ceceante dirá [revizión] por revisión, [zemento] por cemento, [zine] por cine.

Aunque el ceceo es un fenómeno dialectal presente en algunas zonas del sur de España, su difusión aquí es de mucho menor extensión que el seseo.

 “El seseo – se lee en el Diccionario panhispánico de dudas – es general en toda Hispanoamérica, lo es en Canarias y en parte de Andalucía, y se da en algunos puntos de Murcia y Badajoz. También existe seseo entre las clases populares de Valencia, Cataluña, Mallorca y el País Vasco, cuando hablan castellano, y se da asimismo en algunas zonas rurales de Galicia. El seseo meridional español (andaluz y canario) y el hispanoamericano gozan de total aceptación en la norma culta” (2005: 598)

De la cita e ideas preindicadas se infiere lo siguiente:

1. Todos los hispanoamericanos son seseantes, por tanto, en esta parte del mundo hispanohablante, la letra z carece por completo de esencia fonética o sonido propio, esto es, funciona no como fonema, sino como la expresión gráfica del fonema /s/. Lo mismo sucede con la c, la cual se pronuncia como s ( ante e ) y como k ( ante a, o u )

 2. Conforme a lo expresado en el apartado anterior, en Hispanoamérica es inaceptable pronunciar la z con una articulación distinta de la que se da a la s, como lo enseñaba el maestro dominicano en la escuela antigua. Vale recordar al respecto lo que siempre nos decía un profesor y destacado lingüista en mis años de estudios en la UASD: “Quien en Hispanoamérica mete la z en la pronunciación, también mete la pata…”

 3. Si bien el ceceo cubre un radio de acción que abarca la mayor parte de España, no es verdad que todos los españoles son ceceantes o “hablan con la zeta”, como se afirma popularmente. Este fenómeno, como ya se explicó, sólo se verifica en el centro, norte y este de España. Los canarios en su totalidad, así como una buena parte de andaluces, murcianos, catalanes y gallegos, son seseantes, vale decir, pronuncian las palabras “azul”, “cine” y “corazón”, como las articula un dominicano, un colombiano o un cubano. Dirían, pues [ asul], [ sine] y [ korasón ]

 En conclusión, en el español de América, en lugar de “¡Arriba el equipo [azul!]” y “El país está [paralizado]”, lo más apropiado sería expresar, desde el punto fonético:

1. “¡Arriba el equipo [asul!]”
2. “El país está [ paralisado]”, así, con s, no con z.

domingo, 19 de enero de 2020

LA MAGIA DEL ARCOIRIS



  Se trata de una de esas tantas y auténticas poesías sin versos ni palabras que nos presenta la madre naturaleza. Banda luminosa con formas de arco (arcoíris), cuyas luces multicolores se esparcen desde el lejano cielo, originando una armónica e impactante combinación con el verde de la vegetación de mi terruño campestre.