Prof.
Domingo Caba Ramos.
Sobre este
tema, históricamente, es mucho lo que se
ha escrito y discutido. Sólo hay que recordar las reflexiones filosóficas de
los pensadores griegos pertenecientes al período posaristotélico mejor conocido
como Helenismo. Surgen en este las llamadas escuelas helenísticas ( Cinismo,
Estoicismo, Escepticismo, Epicureísmo, Eclecticismo…) , las cuales tenían en común que todas
utilizaron la filosofía como medio para presentar un ideal de vida o la concepción de
que la vida es una búsqueda continua de la felicidad, y la filosofía la única
vía aceptada para encontrarla. ¿Dónde
encontrar la felicidad? Los epicúreos responden que “en placer” Los estoicos
dicen que “en la virtud”, y los escépticos afirman que “en la
imperturbabilidad”
En términos
más específicos, los representantes de la escuela cínica consideraban que la base de la
felicidad y la virtud se encontraba en el desprecio a las normas sociales establecidas,
en la renuncia a la riqueza y a todas las satisfacciones provenientes de los
sentidos. Siguiendo a Sócrates, Antístenes creía que el ideal de vida buena es
el que se basa en la autosuficiencia y en la libertad. Por eso despreciaba los
bienes materiales ya que siempre nos atan. La autonomía del sabio debe estar
por encima de las costumbres y convenciones o normas sociales
Los
pensadores de la escuela estoica (estoicos)
afirmaban, en otro orden, que la felicidad radica en liberarse de las pasiones, en el autodominio,
en el sosiego del alma, en la indiferencia y en el vivir conforme a la naturaleza.
Las pasiones tienen que ser controladas por la razón., pues nos provocan
intranquilidad y desasosiego. Su ideal era la ataraxia (“apatía”), la condena de toda emoción.
El
escepticismo es la concepción, escuela o corriente filosófica opuesta al
dogmatismo que sostiene que no se puede alcanzar la verdad y que el
conocimiento es imposible. Pone en duda la posibilidad del conocimiento de la
realidad objetiva. Los escépticos dudan de todas las formas del conocimiento.
El sujeto no puede aprehender el objeto. La objetividad es imposible, pues los
factores subjetivos lo impiden. El escepticismo, en consecuencia, se asocia al agnosticismo.
. El
escepticismo, al igual que las demás escuelas helenísticas, tuvo como objetivo
presentar un ideal de vida. En tal
virtud sostenía, como los escépticos, que para
alcanzar la felicidad o tranquilidad del alma, la ataraxia, vale decir, la
imperturbabilidad, tranquilidad del ánimo. Para esta corriente, la vida feliz se consigue
mediante el autodominio. El hombre sabio usa la razón para evitar que las
circunstancias del momento perturben su serenidad. Con la razón, debemos
distanciarnos de las circunstancias que nos alteran. La gente es infeliz porque
se deja abrumar por demasiados elementos.
El
epicureísmo fue fundada por Epicuro
(341-270 a. d. C). Como las demás
doctrinas helenísticas, la filosofía de Epicuro se convierte en un medio para
dar a conocer sus postulados de carácter ético y presentar lo que a su juicio
debe ser el nivel o modo de vida que debe llevarse a cabo. Afirman los
epicúreos que la felicidad consiste en dominar las pasiones, llevar una vida tranquila y eliminar cualquier
práctica que pueda complicarla o todo lo que sea capaz de atormentar al ser
humano, como la tristeza, la angustia, el aburrimiento, el dolor, y las
preocupaciones inútiles. El sabio es autosuficiente. No necesita grandes
riquezas y lujos para ser feliz. La felicidad se obtiene evitando el dolor.
Así
reflexionaban estos pensadores acerca de la felicidad. Son muchos, sin embargo,
los que piensan que la felicidad no existe, sino momentos felices. Y parecen
tener razón quienes así opinan cuando en
apenas segundos pasamos de un espacio jubiloso a otro de gran tristeza,
o cuando hoy navegamos en el mar del placer, mientras que mañana se nos verá
postrado en la sala de cirugía tratando de eliminar el mal que de permanecer
podría borrar para siempre la sonrisa de nuestros rostros.