jueves, 17 de enero de 2013

¿EXISTE LA FELICIDAD?



Prof. Domingo Caba Ramos.

Sobre este tema, históricamente,  es mucho lo que se ha escrito y discutido. Sólo hay que recordar las reflexiones filosóficas de los pensadores griegos pertenecientes al período posaristotélico mejor conocido como Helenismo. Surgen en este las llamadas escuelas helenísticas ( Cinismo, Estoicismo, Escepticismo, Epicureísmo, Eclecticismo…) ,  las cuales tenían en común que todas utilizaron  la filosofía  como medio para  presentar un ideal de vida o la concepción de que la vida es una búsqueda continua de la felicidad, y la filosofía la única vía aceptada para encontrarla.  ¿Dónde encontrar la felicidad? Los epicúreos responden que “en placer” Los estoicos dicen que “en la virtud”, y los escépticos afirman que “en la imperturbabilidad”

En términos más específicos, los representantes de la escuela  cínica consideraban que la base de la felicidad y la virtud se encontraba en el desprecio a las normas sociales establecidas, en la renuncia a la riqueza y a todas las satisfacciones provenientes de los sentidos. Siguiendo a Sócrates, Antístenes creía que el ideal de vida buena es el que se basa en la autosuficiencia y en la libertad. Por eso despreciaba los bienes materiales ya que siempre nos atan. La autonomía del sabio debe estar por encima de las costumbres y convenciones o normas sociales

Los pensadores de la escuela estoica (estoicos)  afirmaban, en otro orden, que la felicidad radica en  liberarse de las pasiones, en el autodominio, en el sosiego del alma, en la indiferencia y en el vivir conforme a la naturaleza. Las pasiones tienen que ser controladas por la razón., pues nos provocan intranquilidad y desasosiego. Su ideal era la ataraxia (“apatía”), la condena de toda emoción.

El escepticismo es la concepción, escuela o corriente filosófica opuesta al dogmatismo que sostiene que no se puede alcanzar la verdad y que el conocimiento es imposible. Pone en duda la posibilidad del conocimiento de la realidad objetiva. Los escépticos dudan de todas las formas del conocimiento. El sujeto no puede aprehender el objeto. La objetividad es imposible, pues los factores subjetivos lo impiden. El escepticismo, en consecuencia, se asocia al agnosticismo.

. El escepticismo, al igual que las demás escuelas helenísticas, tuvo como objetivo presentar un ideal de vida. En tal virtud sostenía, como los escépticos, que para  alcanzar la felicidad o tranquilidad del alma, la ataraxia, vale decir,  la imperturbabilidad, tranquilidad del ánimo.  Para esta corriente, la vida feliz se consigue mediante el autodominio. El hombre sabio usa la razón para evitar que las circunstancias del momento perturben su serenidad. Con la razón, debemos distanciarnos de las circunstancias que nos alteran. La gente es infeliz porque se deja abrumar por demasiados elementos.


El epicureísmo fue  fundada por Epicuro (341-270 a. d. C).  Como las demás doctrinas helenísticas, la filosofía de Epicuro se convierte en un medio para dar a conocer sus postulados de carácter ético y presentar lo que a su juicio debe ser el nivel o modo de vida que debe llevarse a cabo. Afirman los epicúreos que la felicidad consiste en dominar las pasiones,  llevar una vida tranquila y eliminar cualquier práctica que pueda complicarla o todo lo que sea capaz de atormentar al ser humano, como la tristeza, la angustia, el aburrimiento, el dolor, y las preocupaciones inútiles. El sabio es autosuficiente. No necesita grandes riquezas y lujos para ser feliz. La felicidad se obtiene evitando el dolor.

Así reflexionaban estos pensadores acerca de la felicidad. Son muchos, sin embargo, los que piensan que la felicidad no existe, sino momentos felices. Y parecen tener razón quienes así opinan cuando en  apenas segundos pasamos de un espacio jubiloso a otro de gran tristeza, o cuando hoy navegamos en el mar del placer, mientras que mañana se nos verá postrado en la sala de cirugía tratando de eliminar el mal que de permanecer podría borrar para siempre la sonrisa de nuestros rostros.