Por : Domingo Caba Ramos
Según mi gran amigo y afamado pintor dominicano, Hugo Mata, nativo de San Víctor, Moca, no es costumbre que un un pintor dedique pinturas u obras de su autoría como sucede con los autores de libros. Según él, solo en casos excepcionales y cuando se pretende distinguir de manera especial a un amigo, el autor de un cuadro podría dedicarle a este su obra. Para mi orgullo y satisfacción, así sucedió conmigo en el mes de febrero del 2004.
Hugo puso en mis manos un cuadro con la impresionante imagen de un flamboyán, cortés y afectivamente dedicado. En el año anterior (2003) me había pintado uno de sus nostálgicos atardeceres, imagen del cual, en más de una ocasión, he publicado en esta red.
El escueto texto de la dedicatoria del flamboyán dice así:
«Esta obra fue pintada con especial distinción para mi amigo, culto y fino escritor, Lic. Domingo Caba Ramos. Con afecto de alta estima: Hugo Mata, 28 – 2 – 2004»
Hugo Mata
Pero no solo eso : esa distinción alcanzó su mayor significación por el hecho de que el caballeroso artista no permitió que yo fuera a buscar el cuadro a su casa, sino que él mismo fue a llevármelo a la mía, casi vecina a la suya, en Santiago de los Caballeros.
¡Gracias, mi siempre estimado amigo! ¡Gracias, Maestro!, por tan selectiva
y especial distinción.