sábado, 22 de marzo de 2025

MERECIDÍSIMOS RECONOCIMIENTOS

 Por : Domingo Caba Ramos

Los dos caballeros que en la foto aparecen en primer plano, Ing. Víctor Polanco y el médico epidemiólogo, Dr. Félix Caraballo, fueron reconocidos ayer, sábado, como «Hijos Meritorios del Municipio de Tamboril» por el ayuntamiento de este municipio y el Comité de Fiesta Patronales «Tamboril 2024». Simple y sinceramente: supermerecidos.

 VÍCTOR POLANCO: ingeniero civil, caballeroso, jovial,  decente, conversador, sencillo, solidario,  buen amigo,  orgulloso padre y, sobre todo,  gloria indiscutible del volibol superior por allá, por los años setenta y ochenta, período en el que debido a su brillante actuación en la cancha contribuyó grandemente, junto a sus no menos estelares compañeros, para que su pueblo se convirtiera en verdadero azote o monarca de esta disciplina deportiva, tanto en la provincia de Santiago como en la región del Cibao. En el área de su profesión, son cuantiosas sus soluciones o aportes en bien de Santiago y de su amado municipio.

FÉLIX CARABALLO: Nativo de San Víctor Moca, declarado en el pasado «Hijo Adoptivo de Tamboril», donde reside desde hace muchos años y ha desarrollado parte de su profesión.  Doctor en medicina con una especialidad en Epidemiología, reúne igualmente todas las condiciones humanas del primero. Su don de gente y sincero accionar no merecen discusión. Su capacidad para granjearse el cariño y la confianza de los demás es increíble. Y todo por su sincera, transparente y sencilla forma de comportarse al margen de esas poses pletóricas de presunción que tanto distancian y generan desconfianza y desafectos.

Con gran sentido humano, principios éticos y espíritu solidario ha ejercido la carrera de medicina, un quehacer profesional que le ha permitido reproducir los valores y principios que un padre educador y una madre consagrada supieron integrar a su modo de comportarse desde los más tiernos años de su infancia.

Como valor agregado a sus labores sociales, profesionales y deportivas, Víctor, el ingeniero y Félix, el médico, tienen en común el ejemplar comportamiento por cada uno mostrado, tanto en su entorno laboral, social y familiar; pues ha de saberse que de nada valen los méritos laborales y profesionales, así como el éxito económico de una persona si su conducta social se oculta tras machas oscuras y una doble moral que le restan valor a la falsa imagen que pretende proyectar. Es por eso que califico de merecidísimo el reconocimiento que justamente a cada uno le fue otorgado en tan memorable y sabatina noche.

¡MUCHAS FELICIDADES!


ABRIL. EL POETA ANTONIO MACHADO Y LA PRIMAVERA


Por : Domingo Caba Ramos

« La primavera ha venido,
nadie sabe cómo ha sido…»

(Antonio Machado)

Primavera es la cara opuesta al otoño. El otoño es declinación, agotamiento, lo viejo, la ruta hacia el final.

La primavera es vigor, esplendor, florecimiento, desarrollo, flor que retoña, vida que comienza, juventud, ruta inexplorada, potencia vital.

Abril, por nacer casi a la par con la primavera, parece arrastrar muchos de los rasgos distintivos de esta venerada estación: potencia juvenil, frescura, lozanía, hermosura… Y al igual que la primavera abril entraña la idea de juventud: «Cumplió quince abriles», «Le celebraremos sus quince primaveras», suele afirmarse para referirse a la lozana y hermosa quinceañera nacida en un mes cualquiera del año.

Y hablar de abril es recordar, necesariamente, al afamado bardo sevillano, Antonio Machado (1875-1938), quien en líricos y sensibles versos modernistas supo cantarles al cuarto mes del año, así como a la primera estación, en muchas de sus famosas galerías poéticas y otros textos.

«La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido…», se lee en su libro Nuevas canciones (1924). Y en una de sus galerías, acerca de esta estación poetiza Machado:

«La primavera besaba,
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba,
 como una verde humareda»

Y acerca del mes de abril, corazón de la primavera, así le canta el más joven miembro de la Generación del 98:

“Son de abril las aguas mil,
sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado,
hay trozos de cielo añil»

«La lluvia iba pasando,
sobre el campo juvenil,
yo vi en las hojas temblando,
las frescas lluvias de abril»

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 16 de marzo de 2025

RAMÓN LEONRADO : EL CANTOR DEL PUEBLO


Por: DOMINGO CABA RAMOS


«Siempre he creído que cada artista es una expresión de la vida a través de su arte y su estilo. Pero esa expresión no tiene género, porque tanto la música como la literatura, deben expresar al pueblo, y el pueblo es su único género y autor. Entonces, toda obra de arte no es más que una obra humana que expresa simbólicamente, y por diversos medios, un aspecto de la realidad estéticamente entendida...»

Ramón Leonardo
De su libro autobiográfico Historia de mi voz, 2010   
                                        

El viernes de la pasada semana, mientras tratábamos el tema del día en la universidad donde imparto docencia, un joven estudiante, un tanto fuera de contexto, me sorprendió con la siguiente pregunta: «¿Quién fue Ramón Leonardo? Hoy he escuchado su nombre más de una vez, pero no sé de quién se trata»

«Posiblemente hoy hayas leído o escuchado su nombre – le respondí - porque un día como hoy (28 de febrero), hace setenta y siete años, ese querido, respetado y siempre recordado artista nació aquí, en la llamada Ciudad Corazón. Se trata de un destacado cantante, músico y compositor – continué - que puso su arte y su voz al servicio de los mejores intereses de la nación dominicana durante un ambiente político, los famosos doce años de gobierno de Joaquín Balaguer (1966 -1978), en el que imperaba el miedo, el terrorismo de Estado, las desapariciones, los apresamientos y todo tipo de represión política en contra de los opositores o enemigos del régimen. En medio de tan tétrico panorama, la canción protesta de Ramón Leonardo se convirtió en el más efectivo instrumento para crear conciencia social y en el medio a través del cual el pueblo expresaba sus angustias reprimidas. Tal fue el impacto de su   artística, valiente y militante labor concientizadora, que en el país no solo constituía un riesgo escuchar sus canciones, sino también mencionar su nombre. No sé cómo se le escapó a la muerte»

 

Finalmente, y para mayor información, le prometí al inquieto estudiante publicar el texto - semblanza que a continuación se trascribe, el cual se me concedió el honor de redactar y leer el 20 de septiembre del 2018 en el acto organizado en Casa de Arte, Santiago, por la Asociación de Escritores y Periodistas de Santiago y la Dirección Regional de Cultura (zona norte).

Ramón Leonardo: El cantor del pueblo

 «Ramón Leonardo Blanco Quesada. Cantante, compositor, activista social, militante revolucionario, líder religioso y exprofesor de artes marciales, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros el día 28 de febrero de 1948. Hijo del comerciante don Leoncio Blanco y la señora Ángela Quesada, también cantante.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, al mismo tiempo que se destacaba como estudiante de karate, disciplina en la que alcanzó el grado de Cinturón Negro, tanto en el estilo chino (Kung Fu) como en el coreano (Moo Do Kwan). También obtuvo el título de Técnico en Máquinas- Herramientas en la Escuela de Técnicos Medios de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

En el ámbito musical, recibió clases de acordeón y piano con el maestro Primitivo Santos y de trompeta en la Escuela Municipal de Santiago con los maestros Julio César Curiel y Manolo García. Su pasión artística la heredó de su madre.

“Mi madre – afirma al respecto- sembró en mí los genes del arte. En su juventud – continúa – mi madre formó parte del dueto Apolo, junto a Teté Marcial, quienes eran acompañadas al piano en sus presentaciones en vivo en la emisora HI3U, por el entonces joven y después afamado compositor, Diógenes Silva”

Pero no solo de su madre. Dos de sus tíos también fueron prestigiosos músicos, en tanto que su padre, aunque en otra faceta del arte, se destacó como fino declamador.

 Incursionó en la guitarra, y sus experiencias en el barrio Mejoramiento Social lo impulsaron a escribir sus primeras canciones sociales y románticas, naciendo de esta manera el que luego sería el reconocido “Cantor del pueblo”. En esa época funda el Club Superación, actualmente Club Sameji.

En los Estados Unidos grabó su primer disco titulado “Yo canto al amor”, con el auspicio de su tío Baby Quesada. Más tarde sus temas “Todos somos iguales” y “Juventud” alcanzaron un nivel tal de popularización que lo llevaron a debutar como cantante profesional el 5 de abril de 1970.

 Sus canciones sociales, incluidas en su primera grabación, hicieron posible el nacimiento del “Grupo Expresión Joven”, el cual lideraba musicalmente junto a Cholo Brenes.

Canciones de la autoría de Chico González con música de Ramón Leonardo, se escucharon en la radio dominicana en la década de los setenta, provocando que fuera encarcelado en cinco ocasiones e impedida su entrada a ciudades donde tenía que actuar.

El canto social lo llevó a ser denominado “Padre de la Canción de Protesta de la República Dominicana”. Fue parte del histórico evento “Siete días con el pueblo”, celebrado en nuestro país del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, en cuya apertura no pudo participar por encontrase preso en Dajabón, acusado de “agitador” o alterar el orden público.

Canciones como”, “Francisco Alberto¨ “Abra la reja señor Gobierno”, “Soldado”, “Universidad” y ¨Está llegando la hora¨, entre otras, acompañaron al proceso político y social del pueblo en esa época, bajo el gobierno de Joaquín Balaguer. Se trata de canciones que como lo expresa el propio cantautor “son recordadas por generaciones que tuvieron que enfrentar la intolerancia de un régimen que encarceló, exilió, asesinó y reprimió a miles de jóvenes estudiantes y a dirigentes políticos. Fueron canciones que acompañaron la lucha de la época, que aguijoneaban las emociones sociales y alimentaban la rebeldía patriótica” .

 La primera de estas, “Francisco Alberto caramba”, prohibida en el mismo año en que se compuso y difundió (1973), más que una canción se convirtió en un verdadero himno de combate. El espíritu libertario de los dominicanos se encendía desde el mismo momento en que se escuchaban los primeros acordes de la guitarra que acompañaba su interpretación. Con toda propiedad debemos afirmarlo: en la historia de las luchas políticas de la República Dominicana, ningún otro texto discursivo y/o literario ha logrado, como “Francisco Alberto”, encender el ánimo y prender la mecha de la rebeldía.

 Por esa razón, debo decir, sin temor a exagerar, que el régimen balaguerista le tenía más miedo o pavor a la bélica guitarra de Ramón Leonardo que a los fusiles de los guerrilleros que tuvo que enfrentar en febrero del antes citado año en la loma de Playa Caracoles, San José de Ocoa.

Con la canción protesta, Ramón Leonardo supo forjar conciencia, gestar esperanzas, sueños y utopías en una juventud que aspiraba a una nueva sociedad en la que reinara la libertad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos. Es por eso que los jóvenes de entonces veíamos en este combativo cantautor a nuestro más digno referente y fue por eso que supo ganarse, hasta la fecha, el respeto y el aprecio del pueblo dominicano.

Pero además de la canción de tipo social, Ramón Leonardo incursionó en el género romántico, como bien se pone de manifiesto en títulos como “Nunca supe más de ti”, “Camino hacia al altar”, “Los celos”, “Te extraño tanto” y otras que en su momento alcanzaron gran popularidad y difusión.

En 1984 Ramón Leonardo abandona el canto romántico e inicia un proceso de conversión que lo lleva a predicar lo que él llama la buena Nueva de la Salvación. Para tal fin compone temas alusivos, funda el Ministerio Acción Evangelizadora Católica, abre programas de radio y televisión y recorre parte del país y los Estados Unidos.

Este cantautor ha  escrito los siguientes libros: “Historia de mi voz”, “Hacia el socialismo nacional democrático” y “Conceptos sobre el arte popular, sociedad y compromiso”

 En el primero de esos textos, “Historia de mi voz”, el doctor Ricardo Nieves, escritor, profesor universitario y destacado comentarista de radio y televisión, escribió unas breves palabras, las cuales comparto en todas sus partes. Y por compartirlas, tengo necesariamente que terminar con ellas mi intervención. Dice Ricardo Nieves lo siguiente:

“ De Ramón Leonardo puede decir: sobreviviente de una generación… cantor del pueblo en un momento en el que el más puro canto presagiaba el riesgo… cantor del amor, de la poesía, del dolor. Todavía se recuerda el aire irreverente de la canción que cuenta y canta rebeldía. Canción de patria, de vida, juventud y osadía. Ramón Leonardo - continúa Nieves - congrega en cada nota de su voz la quejumbre de un tiempo muerto. Pero también aquel período de lucha y esperanza en el que, pese al otoño y sus desgarros, nos marcó para no morir. Por eso saludo la Historia de mi voz, como la historia de todas las voces enterradas, las mutiladas, las heridas, las osadas. En fin, aquellas que como la de Ramón Leonardo, todavía apuestan a la esperanza”»