Por: Domingo Caba Ramos
«El hombre light, emerge en sociedades
moralmente enfermas… Se trata de un ser sumamente superficial, entregado al
dinero, al poder, al éxito y al gozo ilimitado y sin restricciones…Todo le interesa, pero a nivel superficial; no es
capaz de hacer la síntesis de aquello que percibe y, en consecuencia, se ha ido
convirtiendo en un sujeto trivial, ligero, frívolo, que lo acepta todo, pero
que carece de unos criterios sólidos en su conducta. Todo se torna en él
etéreo, leve, volátil, banal, permisivo…»
Enrique
Rojas
Ciertamente quien desee
sobrevivir, triunfar o cosechar éxitos en esta posmodernidad que nos arropa,
debe pensar diferente a como en épocas pasadas se pensaba. Debe comportarse de
manera distinta, y las conductas de los demás también debe valorarlas de manera
diferente. Sus valores, principios, juicios y visión del mundo tienen que ser
radicalmente opuestos a los valores, principios, juicios y visión del mundo de
sus antepasados; pues de lo contrario corre el riesgo de perecer devorado por
el látigo censor y excluyente de los sustentadores o promotores de los nuevos
valores.
En fin, vivimos en un posmoderno e
invertido mundo light, en el que pensar y actuar al revés se constituyen en las
claves del éxito, como al revés se debe proceder como condición necesaria para
desentrañar el contenido profundo del presente artículo.
Merced a lo antes expresado, entiendo
que para sobrevivir y ser exitoso en la República Dominicana, se requiere,
entre otras líneas de conductas, proceder como a continuación se describe:
1.
Nunca actúe en función de lo que establece la ley, la ética, la moral,
las normas de respeto y las buenas costumbres. Así solo se comportan los seres
atrasados o desfasados.
2.
Cuando sea jefe o director de una institución, especialmente
en la administración pública, no lo piense dos veces: robe, sobrevalue,
falsifique, acose, amenace, evada impuestos y haga daños sin parar. Muy pronto
los frutos se verán, el ascenso socioeconómico llegará, los reconocimientos
sobrarán, decenas de torneos deportivos se lo dedicarán y, lo que es más
importante, nadie dirá de usted que es un vulgar «pendejo», «palomo», «tonto» o
«pariguayo»
3.
En el momento de realizar una acción que choque con la ley, la moral y
las buenas costumbres, jamás piense en sus hijos, en sus hermanos, en su padre
y en su madre. Eso es «romanticismo barato». Así solo piensan los seres «pendejos»
o «pariguayos». El ser moderno piensa de otra forma.
4.
El día en que no tenga ropa con que vestirse, no se
preocupe mucho: salga desnudo a la calle y de seguro que medio país justificará
su conducta, alegando que eso no es nada, que estos son otros tiempos, que eso
de andar vestido es cosa del pasado, y que el primer hombre y la primera mujer,
Adán y Eva, nunca anduvieron vestidos.
5.
Jamás honre a su madre y a su padre. Todo lo contrario,
irrespételos, maltrátelos, abandónelos, desprotéjalos… y de seguro que en
cualquier momento las mentes modernas o no atrasadas le entregarán una placa de
reconocimiento declarándolo como el «El mejor hijo del mundo», muy conscientes
de que proteger, amar y dar calor a nuestros progenitores son conductas propias
de hijos que todavía viven en el pasado, o que no se han puesto a tono con los
nuevos tiempos.
6.
Si usted es artista, cantante o compositor, o le han hecho creer
que lo es, lleve a las letras de sus composiciones el más sucio, cloacal o
letrinesco de los contenidos. Evite en estas, por todos los medios, el alto
valor literario y humano. Adicional a esto, en su conducta social sea
irreverente, procaz , preñe sus palabras de un contenido indecoroso, crea
escándalos sociales, desnúdese en público si hay que hacerlo, ya que eso vende,
genera éxitos y fama; pero además tendrá el favor y justificación de las mentes
modernas o no desfasadas, quienes a propósito de su conducta, calificada de
aberrante por las mentes atrasadas, dirán que usted es una realidad, que estos
son otros tiempo, que es necesario adaptarse al momento actual, y que las
canciones donde la alta calidad literaria y musical imperaban es cosa del
pasado.
7.
En el trabajo, «no se mate mucho», vaya cuando pueda, llegue
a la hora que pueda, robe cuando pueda y trabaje al ritmo que pueda, y si así
actúa, es posible que en el momento menos esperado usted se convierta en jefe
del más cumplidor, competente y respetuoso de sus compañeros.
8.
No te empeñes tanto en demostrarle a tu enamorada de que
eres un hombre serio, que estudia, trabaja y procede de buena familia. Eso no
influirá absolutamente en nada para conquistar el amor de esa mujer. Eso, a
ella, «no le dará ni frío ni calor». Igualmente, no muestres mucho interés en
evitar que ella tenga noticias acerca de tu pasado y presente oscuros, ni de
que eres casado con hijos. Esta referencia tampoco influirá para que ella
rechace tu propuesta amorosa. Simplemente demuéstrale que el dinero y los
bienes materiales te sobran, y olvídate del mundo. El sí o aceptación surgirá
como por encanto, y una vez formalizada la relación, ella, a ti, ciegamente te
amará, todo te lo aceptará, todo te lo perdonará, todo lo comprenderá, todo te
lo justificará…, pues condenar el maltrato a una mujer es también un proceder
propio de mentes atrasadas o desfasadas.
9.
En fin, frente a las conductas
consideradas moral y legalmente incorrectas por las mentes no modernas , «no le
pare», «llévate de mí…», como dice la frase barrio - juvenil, cumpla al pie de
la letra las recomendaciones antes presentadas y le aseguro que muy pronto a
usted lo veremos hasta tirando la primera bola en un juego de las Grandes
Ligas.