Por: Domingo Caba Ramos
1. DEVELIZAR / DESVELAR / DEVELAR
Numerosos son los hablantes dominicanos y de otras zonas del mundo hispánico
que emplean el verbo develizar como sinónimo de descubrir o revelar. Sin
embargo, el término que mejor se corresponde con el sentido profundo de este concepto
es desvelar o develar, toda vez que significa ‘quitar el velo’ o la “Tela
con que se oculta algo”. De ahí que develizar ni siquiera aparece
registrado como entrada en el diccionario de la RAE. No así desvelar o develar,
sobre cuyo valor semántico, el precitado lexicón expresa lo siguiente:
a) « Develar. ‘Revelar’ o ‘descubrir,
dejar ver’. Este verbo, de uso principalmente literario, y que es un galicismo,
ha sido acogido por la Academia, así como el uso equivalente de desvelar, de
aceptación mucho más amplia que develar. Los derivados respectivos son
develador, develamiento, desvelador y desvelamiento» (Seco, Manuel. Diccionario
de dudas y dificultades de la lengua española, 1996 pág.148)
b) « Desvelar. Además de quitar el sueño, la Academia ha aceptado el sentido,
cada vez más difundido, de revelar, descubrir, etcétera» (Manual del español
urgente, EFE, 1995, pág...178)
c) « Desvelar (se). Infinitivo de dos
verbos etimológicamente diversos: 1) ‘Quitar el sueño y, como pronominal,
‘perder el sueño o no poder conciliarlo’. 2) ‘Quitar el velo que cubre algo, y,
en sentido figurado, ‘descubrir o revelar algo oculto o desconocido. Existe
también, tanto para el sentido recto como figurado, la variante develar, de uso
mayoritario en el español americano. Se desaconseja, por innecesaria, la forma develizar,
usada en México y algunos países centroamericanos con el sentido de ‘quitar el
velo’…» (Diccionario panhispánico de dudas. Real Academia Española, 2005,
p.226)
Conforme al docto criterio académico expresado en los juicios precedentes,
habría entonces que concluir que una estatua, por ejemplo, se desvela o devela;
nunca se develiza.
2. DESAPARTAR / APARTAR
En el uso cotidiano de la lengua española, en ocasiones empleamos voces o
palabras con las cuales decimos todo lo contrario de lo que realmente queremos
expresar. Este es el caso del verbo «desapartar»,
voz compuesta por el prefijo de origen latino des que significa “privación o negación” y apartar que soporta los
significados de “separar, desunir y dividir” Conforme a esta estructura o base
etimológica, desapartar equivaldría a ‘no apartar’, ‘ no unir’, ‘no dividir’.
Y, por extensión, cuando se nos manda a desapartar a los niños o adultos que
han iniciado una riña, se nos está ordenando que no los separemos, sino que
tratemos de unirlos, acercarlos o juntarlos lo más que podamos. Se nos está
instruyendo, simple y sencillamente, que evitemos que el pleito se detenga.
¡Cosas de nuestra lengua!
3. PRESENTACION / LANZAMIENTO.
“Lanzar” es un verbo regular de primera conjugación entre cuyos significados no
existe uno que se corresponda con el de “presentar”. Pero a pesar de esa falta
de equivalencia semántica, es común y corriente leer o escuchar frases como:
1. “El lanzamiento de la campaña tendrá lugar…”
2. “Nos place invitarle al lanzamiento del proyecto…”
3. “El próximo viernes se llevará a cabo el lanzamiento de la pizarra del
Estadio Cibao…”
Podría argumentarse que “ lanzamiento” se emplea en estos ejemplos en sentido
figurado o metafórico, pero semejante planteo resulta a todas luces
insostenible por cuanto entre los verbos “ lanzar” y “ presentar”, así como los
nombres que de ellos se derivan, “ lanzamiento” y “ presentación ”, no existe
relación de semejanza alguna.
Hablar o escribir con claridad, precisión y concisión, muy especialmente cuando
redactamos textos discursivos, constituye la base para una mejor aproximación,
interpretación o compresión del verdadero sentido de lo expresado. A tono con
este planteamiento, ¿no se correspondería más con la precisión y claridad del
mensaje, hablar de la presentación en vez del “lanzamiento” del proyecto, de la
campaña o de la pizarra de las Águilas Cibaeñas?
4. LEYENTE/LEEDOR/LECTOR
«Leyente»
es el participio activo del verbo leer,
y «leedor» es un adjetivo que igual
que leyente y «lector» entrañan el mismo significado: « Que lee…». En lo que
respecta a su estructura interna, tanto leyente como leedor, en español son
palabras formadas, con recursos
morfológicos propios del idioma, esto es, con los sufijos dor y nte. Esto quiere decir, como bien lo establece la Real
Academia Española, que una y otra voz son «términos morfológicamente posibles
y correctos, pero de usos raros o no habituales», es decir, en
desuso.
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