domingo, 22 de septiembre de 2019

TOÑO, EL GASEOSO


UNAS NOTAS DE ENTRADA
Por: Domingo Caba Ramos.

Cuando se es verdadero poeta, o cuando se escribe con la debida conciencia poética, el más sencillo tema o aspecto de la realidad se dimensiona si el poeta le imprime al verso la elevación estética que el poema demanda. Más de una muestra de esto nos las ofreció  nuestro excelso e inspirado poeta Manuel del Cabral (1907 – 1999), quien con su genial empleo de la palabra poética, plasmada en auditivas imágenes, era capaz de convertir en una obra  maestra el perfil descriptivo de imprudentes ventosidades y “biológicos” desahogos, emanados de los “geniales intestinos” de un ”ventoso“ personaje. Así se pone de manifiesto en “Toño el gaseoso”, uno de las composiciones que conforman su libro “Poemas de amor y sexo” (1974)

        TOÑO, EL GASEOSO
         Por: Manuel del Cabral

Aquel ventoso Toño de intestinos geniales,
¿cuántos quieres —decía— de mis vientos biológicos?
Y a voluntad las fugas, mágicos pero lógicos,
de sus tripas hambrientas sacaban vendavales.

Redondo a golpes, Toño, casi como la tierra,
la gracia de su grasa no lo dejó ser bajo...
Sonriéndole a la vida que se le dio tan perra,
ponía humor en donde... pone otro un carajo.

Y adelgazando ocultos suspiros de raciones
en flautas culinarias tras chismosos calzones
entraba a las narices desde su vientre en guerra.

Qué alegre fue este ano de hondas respiraciones;
tuerto como un pirata, pudo vencer la tierra
este Toño de atómicos maricones ciclones.


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