En torno a las muletillas
Por: DOMINGO CABA RAMOS
Cuando cursaba estudios lingüísticos de maestría en la UASD, tuve el privilegio de recibir clases de un ilustre profesor que, no obstante su brillantez académica, solía generar risa e indisciplina en el aula, por cuanto cada vez que afirmaba algo terminaba siempre preguntando: “¿Si o no…?”.
La muletilla, llamada también bordón y coletilla, es una expresión propia de la lengua oral y por lo habitual, recurrente, innecesario y carácter automático de su uso, ha sido clasificada como parte de los llamados vicios del lenguaje. Y es que el uso de muletillas, aparte de denotar torpeza y pobreza léxica, resulta innecesario, por cuanto si se eliminan, la frase conserva su sentido, como bien se aprecia en los enunciados que se transcriben a continuación:
a) «Me dicen que ya te casaste, ¿no? (« Me dicen que ya te
casaste…»
b) «Pues nada, nos veremos entonces a la hora acordada» («Nos
veremos entonces a la hora acordada»
c) «La enseñanza virtual llegó para
quedarse, ¿verdad? (La enseñanza
virtual virtual llegó para quedarse»
d) « ¡Señores!, la mejor forma de prevenir el coronavirus, es vacunándose, ¿vale?, usando siempre las mascarillas, ¿vale? y manteniendo el distanciamiento físico» (« ¡Señores, la mejor forma de prevenir el coronavirus, es vacunándose, usando siempre las mascarillas y manteniendo el distanciamiento físico»
Vistos los ejemplos anteriores, claramente se pone de manifiesto que las muletillas constituyen recursos lingüísticos que indudablemente le restan belleza, elegancia, fluidez y economía a la expresión. Se trata de palabras o expresiones estereotipadas, empleadas de manera inconsciente, y con las que a pesar de aportar nada o muy poco al sentido general de la frase, el hablante las utiliza con fines diversos: llamar y mantener el interés del interlocutor, ganar tiempo en el discurso para pensar en lo que se desea decir, buscar la comprensión y complicidad o solidaridad con el interlocutor, justificar el discurso, concluir o enfatizar la idea, mostrar desacuerdos e invitar a la reflexión.
Si bien diferentes comunidades pueden compartir las mismas muletillas, lo cierto es que en el mundo hispanohablante cada zona geográfica parece tener las suyas propias. Esto hace que esas voces operen como un sello de identidad lingüística. A tono con este juicio, basta escuchar a un hablante repetir la voz interrogativa « ¿Vale? en la conversación, para de inmediato darnos cuenta de que se trata de un ciudadano de nacionalidad española.
Los diccionarios coinciden en la valoración semántica del término al
establecer que muletilla es:
1. «Voz o frase que repite una persona muchas veces en la conversación» (Pequeño Larousse Ilustrado).
2. «Expresión que un hablante suele usar con exagerada frecuencia y que
evidencia torpeza expresiva» (
Diccionario básico de Lingüística , UNAM, 2005)
3. «Voz o frase que se repite mucho por hábito» (Diccionario de la lengua Española )
4. «Palabra o expresión que se intercala innecesariamente en el lenguaje y
constituye una especie de apoyo en la expresión» (Diccionario Kapelusz de la Lengua Española).
5. «Voz o frase que, inadvertidamente y por hábito vicioso, repite una persona
con mucha frecuencia en la conversación».
(Diccionario Enciclopédico Quillet).
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