Por : Domingo Caba Ramos
(A mi apreciada amiga, Carmen Yolanda Martínez)
Cual celoso guardián del municipal entorno, se yergue radiante, imponente y señorial en el dinámico cielo de la Pajiza Aldea. Sus ramas entretejidas conforman una especie de fáunico colchón que cubre y recrea con su sombra protectora el amplio patio, en el fondo del cual yace, como reliquia bendita, la histórica residencia donde habitaron los ángeles protectores del simbólico y venerado árbol.
Todos lo llaman el SAMÁN DE ICO, aquel médico filántropo del pueblo tamborileño (Ico Martínez), a quien la muerte, avara e ingrata como siempre, decidió un mal día cualquiera del año 2010 llevárselo a su indeseado regazo y excluirlo para siempre del mundo de los vivos.
lunes, 27 de agosto de 2018
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario