sábado, 15 de octubre de 2016

FRANCISCO GRULLÓN Y DOMINGO RODRÍGUEZ

Por: Domingo Caba Ramos

 Así como existen nombramientos en la administración pública que en el seno del pueblo se reciben con desagrado, hay otros que ese mismo pueblo los celebra con inigualable regocijo. Es el caso de las recientes designaciones del doctor Francisco Grullón (Pepe) y el ingeniero Domingo Rodríguez, nombrado director del Centro de la Cultura de Santiago, el primero, y coordinador nacional de las direcciones provinciales del Ministerio de Medio Ambiente, el segundo.

                                                                                Ing. Domingo Rodríguez


Domingo es un técnico ambientalista a pruebas de hechos. Profesor universitario y experimentado ecologista, de él bien puede afirmarse que conoce como el que más a nuestro país, así como los misterios de la naturaleza dominicana. Sus profundos conocimientos en materia de Ecología, sus enseñanzas, así como su pasión y lucha por la preservación y defensa del medio ambiente, unidas todas estas cualidades a su honestidad y responsabilidad, hacen de él la persona ideal para desempeñar un puesto de esa magnitud. Y porque así pensamos, ha de esperarse que su gestión será exitosa, para bien del país en general, y de nuestro medio ambiente en particular.

Francisco Grullón, el más pintor de todos los médicos dominicanos, es una especie de “Quijote sin Mancha” que, en el poco incentivado o escasamente patrocinado mundo del arte y la cultura dominicanos, no para de crear, enseñar y organizar actividades independientemente de que los recursos brillen por su ausencia.

                                                                                    Dr. Francisco Grullón

 Hijo de uno de los maestros de la pintura dominicana, don Mario Grullón, aparte de su labor como médico y facilitador pictórico, la vida de Pepe, como se le conoce popularmente, se ha desenvuelto entre exposiciones individuales y colectivas, no solo en Santiago y Santo Domingo, sino también en Tamboril, donde además de una clínica fundó una escuela de artes, y donde reside después que los moradores de este municipio decidieron un buen día robárselo a la Ciudad Corazón, de la que es oriundo.

 Expresivo, parlanchín, espontáneo y amigo de los amigos, Grullón es un apasionado gestor cultural que siempre ha estado vinculado a este ámbito. Por eso estamos seguros que, siempre que reciba el apoyo correspondiente, habrá de cosechar, igual que mi tocayo y amigo, Domingo Rodríguez, los éxitos esperados en el desempeño de sus funciones.

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