Por: Domingo Caba Ramos
«El lenguaje funciona básicamente
como un sistema de comunicación, por eso se habla de su carácter social. El
lenguaje como todo lenguaje (pictórico, musical, gestual) es un código sobre el
que se fundamenta el proceso comunicativo. Gracias a él, un sujeto puede
codificar (frasear, poner en forma lingüística, verbalizar) el pensamiento que
quiere comunicar, y también, gracias a él, el receptor, el que escucha el
mensaje emitido, puede descodificarlo, es decir, entender lo que se le ha
dicho…»
(Humberto López Morales)
Es
mucho lo que se ha escrito acerca de las deficiencias que muestran los
estudiantes y profesionales dominicanos en el uso de la lengua. Tales fallas,
las cuales parecen incrementarse cada día que pasa, se ponen de manifiesto tanto en su expresión
oral como escrita. Para percibirlas basta leer los trabajos que redactan
nuestros estudiantes y las crónicas que publican
los diarios dominicanos, o escuchar a muchos profesionales y comentaristas de
radio y televisión.
¿A qué se deben tales fallas? ¿Por qué hoy se perciben mucho más que en el
pasado?
Pienso que entre las principales causas que
originan tan preocupantes problemas merecen citarse las siguientes:
1. 1. Ausencia de un científico sistema de
supervisión docente. Para las autoridades educativas, todos los profesores son
iguales.
2.
2. Una gran cantidad de maestros de
lengua española y literatura no cuentan con la debida competencia, pasión y
cultura general requeridas para impartir tan importantes asignaturas.
3.
3. Los maestros muestran poco interés
por la lectura y la investigación y, merced a ese desinterés, tampoco fomentan
tales prácticas en sus alumnos.
4.
4.Escasa participación del maestro en
eventos formativos extralaborales (charlas, coloquios, cursos, talleres,
etc.) o en cuantas actividades
contribuyan a renovar o actualizar sus conocimientos.
5.
5. El maestro ya no muestra la pasión que antes sentía por
el estudio y enseñanza de la lengua española y la literatura.
6.
6.Existen centros educativos en los que
la lengua española y la literatura son impartidas por profesores especializados
en áreas del saber que nada tienen que ver con esas dos disciplinas.
7.
7.La labor del maestro no es
debidamente incentivada (aunque a la luz de algunos «aumenticos» de sueldos,
parezca y se crea lo contrario). Esta ausencia de motivación le impide al
docente ejercer con entrega y entusiasmo su delicado trabajo.
8.
8. El maestro no se interesa, como en
tiempos pasados, en marcar las diferencias mediante la pronunciación y
escritura correctas de las palabras.
9.
9. En términos de la calidad de la
enseñanza, se aprecia que no existe relación entre el título docente que exhibe
el profesor y la labor que realiza.
E10. El maestro no
solo carece de hábitos de lectura, sino también de escritura. En tal virtud, es
normal que no incentive una y otra práctica en los estudiantes.
111. El quehacer
académico no forma parte de las prioridades del joven posmoderno y,
particularmente, de los estudiantes
dominicanos. Los intereses de la mayoría de estos se resumen en cinco centros
de interés, en los que el «internet» y el placer desenfrenado parecen ocupar
los primeros lugares. A todo lo que no forme parte de esos centros, se le
prestará atención si sobra tiempo. Por esa razón, ya los estudiantes, con sus
naturales excepciones, no realizan las tareas asignadas, no estudian las
lecciones diarias en la casa, muy poco estudian cuando tienen exámenes y poco o
nada también les importa aprobar o no una asignatura. Y de sus juveniles conciencias
se ha borrado el orgullo de ser el mejor.
112. Los estudiantes que estudian la Carrera de Educación: Mención Letras,
contrario a lo que antes sucedía, eligen esta, al igual que la especialidad, no
por porque les apasione, sino porque quizás carecen de los recursos económicos o
competencias requeridas para estudiar otras. O porque tal vez alguien alguna
vez les dijo que era la más fácil de estudiar, como así me respondieron, en una
ocasión, quince estudiantes, de veinte que en una encuesta que al respecto se
me ocurrió realizar. Sus deficiencias e
incompetencia para asimilar el contenido programático, así lo ponen de
manifiesto. Deficiencias que luego multiplicarán en el aula.
1 13. Contrario a
la realidad de tiempos pasados, se aprecia una elevada incompetencia o débil formación
en muchos de los profesores formadores de maestros en el área de Letras, tanto
en grado como en posgrado. Así nos encontramos con docentes impartiendo clases
en cursos de maestrías, que sobre el área en que ejercen no han realizado una
sola investigación ni publicado un solo artículo en la prensa nacional.
114, La politización de la escuela dominicana ha alcanzado niveles desproporcionados en
todos los períodos de gobiernos que hemos tenido desde 1996 hasta fecha. Es por
ello que, para nombrar un maestro como técnico o dirigente en el sector público
de la educación, prima el criterio político por encima de la formación docente.
Si realizó campaña en favor del partido en el poder, se le designará, aunque
carezca de las competencias requeridas para orientar, supervisar y acompañar.
El mismo criterio rige para los ascensos y reconocimientos del personal
docente.
115. Los medios de
comunicación, especialmente la radio y la televisión, han ejercido una
influencia bastante negativa en el uso de la lengua. A través de estos se habla como si se
estuviera en la esquina del barrio o en la gradería del estadio.
En
fin, los juicios antes expuestos ponen de manifiesto claramente que los únicos
culpables de los males que afectan la enseñanza dominicana en general y de
Lengua y la Literatura en particular, no son los profesores, como de manera
impresionista, maliciosa y no menos con intención política se ha querido fijar
la idea en la conciencia de los dominicanos. Además del maestro, culpables son
de esas fallas: los estudiantes, los padres de familia, el Estado, el sistema
educativo, los medios de comunicación, la sociedad en su conjunto y todos los
organismos e instituciones (poderes educativos) que ejercen influencias educativas
en el individuo.
(Publicado en Diario Libre, 13/6/2025)