jueves, 11 de septiembre de 2025

ENTRE EL NIETO MAYOR DE MARÍA CRISTINA CAMILO Y YO


Por: Domingo Caba Ramos


De entrada, debo aclarar que los temas relacionados con el ámbito de la farándula no forman parte de mi centro de interés. Sin embargo, la dimensión educativa, artística y cultural que en vida tuvo, y hasta en la muerte tendrá, doña María Cristina Camilo, todo lo que a ella aluda, debe ser asunto de importancia para quienes directa o indirectamente hemos estado vinculado al mundo de la educación, la lengua, las letras y la cultura.
  Ante semejante contexto, proceder de manera indiferente no se correspondería con nuestra formación y oficio. Por esa razón, acerca de ella, hace cuatro años, publiqué un artículo. Y por igual razón, lo mismo hago esta vez.

El 15 de junio del 2021, la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) realizó su acostumbrado y anual acto de premiación en el cual se dieron a conocer los ganadores de los ya tradicionales Premios Soberanos. En esa ocasión, todo el país estaba a la expectativa, esperanzado en que el máximo galardón, el Gran Soberano, se le otorgaría, ¡por fin!, a la connotada, venerada y centenaria comunicadora, María Cristina Camilo (Maíta); pero para disgusto y frustración de muchos, no sucedió así. La ACROARTE prefirió conceder la más alta presea de su programa de reconocimientos a un joven cantautor de origen estadounidense, mientras que, con evidente propósito compensador, a doña María Cristina se le entregó una distinción (estatuilla) de muy inferior categoría.

Había que “rumiar” de alguna manera el enfado que tan inexplicable decisión generó en la conciencia colectiva, y fue entonces cuando a mí se me ocurrió escribir el artículo titulado «María Cristina: Una estatuilla, un insulto y una falta de respeto», publicado en este mismo diario en fecha 18/6/2021

Cuando el ingeniero José Danilo González, nieto mayor de la afamada locutora y actriz, leyó el artículo, en la misma fecha de su publicación me remitió una muy afectiva nota de gratitud, la cual, junto a mi respuesta, y por considerarlo de interés, me permito compartir, como homenaje póstumo a un ser grandioso, a una artista trascendente y a una comunicadora irrepetible.  A una locutora y actriz que, como bien lo afirma su amoroso nieto, supo desarrollar «Una carrera que continúa, a pesar de las arrugas que el tiempo dibuja en un rostro que sólo destila amor y agradecimiento…»

La nota del ingeniero González dice lo siguiente:

«Profesor Caba :

Permítame presentarme. Soy el Ing. José Danilo González Ortiz, nieto mayor de la Sra. María Cristina Camilo (Maíta). Resido desde hace cuarenta (40) años en Puerto Rico, y vine sólo a estar cerca de Maíta, en un momento que pensé iba (y así terminó siéndolo) a ser especial.

Leí el artículo que escribiera en el periódico Diario Libre, en referencia a mi amada abuela. Quiero agradecerle, en mi carácter individual de nieto, no con el ánimo de representar a mi familia, sus palabras objetivas, llenas de elogios merecidos hacia mi abuela. 

Lo sucedido en esta semana, por las razones que sean y que han pasado a un plano inferior, ha servido sin duda alguna para que tanto usted como la inmensa mayoría del pueblo dominicano le haya demostrado a mi abuela lo grande y soberana que es. 

Monumento nacional y ejemplo intachable para su familia, amigos, compañeros de trabajo y la propia historia. Una carrera que continúa, a pesar de las arrugas que el tiempo dibuja en un rostro que sólo destila amor y agradecimiento.

Quedo agradecido y a sus órdenes.

Ing. José Danilo González Ortiz»

Y un día después, 19/6/2021, yo le respondí lo que sigue:


«Gracias ingeniero, muchas gracias a usted por sus amables y sentidas palabras. Créame que si no escribo ese artículo, exploto. Mi madre, que ya hace veinticuatro años está en el cielo, me enseñó a admirar, seguir, respetar y querer a su abuela, a quien ella, mi madre, daba seguimiento, no solo en los programas de televisión, sino en las obras teatrales, a las cuales nosotros, sus hijos, teníamos que llevarla cuando Maíta se presentaba aquí, en Santiago de los Caballeros. Por eso me dolió en el alma lo que con su abuela se hizo. Yo, que por lo general no veo el desarrollo de esa larga ceremonia de premiación, esa noche, con una copa de vino servida, esperaba con emoción mi gran momento, el de la entrega del Gran Soberano a doña María Cristina.  

 

Pero cuando vi que en vez de a ella, el galardón se lo dieron a un joven cantante extranjero, las ganas de probar el vino se ausentaron como por encanto.   

 

Yo sé que en esta Era de los antivalores, los verdaderos valores poco importan, y que lo que no sirve, sirve; y lo que sirve, no sirve. Pero pensé que no se llegaría tan lejos. 

 

Siempre he creído, ingeniero, que cada institución social que nace debe cumplir un rol. Un rol cuyo desempeño debe siempre fundamentarse en la capacidad, buen juicio, objetividad, seriedad, responsabilidad, buena fe y sentido humano. De lo contrario, debería clausurarse, por cuanto su razón de ser, no tendría sentido.

 

A doña Maíta, dígale que la admiro y quiero mucho desde la distancia, y que, desde el cielo, mi adorada madre, doña Libra Ramos, la bendice y todavía la sigue. Y y que no hay más auténtico Gran Soberano que aquel que el pueblo dominicano, de manera soberana, acaba de poner espiritualmente en sus manos. 

 

Abrazos y saludos cordiales. 

 

Prof. Domingo Caba Ramos 

Santiago de los Caballeros 

 

 

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