domingo, 30 de marzo de 2025

LA VERDADERA INFLUENCIA DE LOS INFLUENCERS


Por: Domingo Caba Ramos

En el español dominicano y demás zonas del mundo hispanohablante, el término influencer se pone de moda (segunda del siglo XXI) con la explosión de la internet y la masificación de las redes sociales. Cuando lo escuché por primera vez, quizás por su configuración morfológica, supuse que su significado se correspondía con el de otras voces castellanas, tales como influyente, influente, influidor e influenciador. Y así fue.

De acuerdo al criterio académico, influencer es el hombre o la mujer ‘que influye’ o ‘que goza de mucha influencia’.  Es, según la RAE (Real Academia Española), «un anglicismo usado en referencia a una persona con capacidad para influir sobre otras, principalmente a través de las redes sociales»

Merced al susodicho valor semántico, en el momento en que el término que nos ocupa comenzó a popularizarse, pensé que un influencer sería toda persona amparada de la autoridad y el prestigio requeridos para ejercer influencias siempre positivas a través de las redes sociales; pero no resultó así. Un simple vistazo y seguimiento a las prácticas comunicativas que en dichas redes desarrollan los llamados influencers de la República Dominicana es más que suficiente para convencernos de que estos, realmente influyen en la conducta, gustos y forma de pensar de sus miles de seguidores; pero casi siempre de manera negativa o letal.

En esas redes se ve y oye de todo: pleitos y golpes entre compañeros, desnudez, sexo sin tabú, insultos, palabras soeces o groserías verbales de todo tipo, injurias, mentiras, en fin, todo lo que tipifica una dañina o nociva comunicación. Y mientras más depravado sea el comportamiento exhibido por esos seudoinfluyentes, mayores serán los niveles de ingresos alcanzados y mucho más altos, los niveles de aprobación social.

Y es que en una sociedad, como la dominicana, en la que los valores se invierten cada día más, razón por la cual lo que antes valía ya no vale y viceversa, no resulta extraño, pues, ver a un grupo social llamado Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) premiar a muchos de los influencers que más se han destacado por la degenerada y depravada conducta lingüística que diariamente exhiben a través de los modernos medios de comunicación llamados redes sociales

 

 

 

 

sábado, 22 de marzo de 2025

MERECIDÍSIMOS RECONOCIMIENTOS

 Por : Domingo Caba Ramos

Los dos caballeros que en la foto aparecen en primer plano, Ing. Víctor Polanco y el médico epidemiólogo, Dr. Félix Caraballo, fueron reconocidos ayer, sábado, como «Hijos Meritorios del Municipio de Tamboril» por el ayuntamiento de este municipio y el Comité de Fiesta Patronales «Tamboril 2024». Simple y sinceramente: supermerecidos.

 VÍCTOR POLANCO: ingeniero civil, caballeroso, jovial,  decente, conversador, sencillo, solidario,  buen amigo,  orgulloso padre y, sobre todo,  gloria indiscutible del volibol superior por allá, por los años setenta y ochenta, período en el que debido a su brillante actuación en la cancha contribuyó grandemente, junto a sus no menos estelares compañeros, para que su pueblo se convirtiera en verdadero azote o monarca de esta disciplina deportiva, tanto en la provincia de Santiago como en la región del Cibao. En el área de su profesión, son cuantiosas sus soluciones o aportes en bien de Santiago y de su amado municipio.

FÉLIX CARABALLO: Nativo de San Víctor Moca, declarado en el pasado «Hijo Adoptivo de Tamboril», donde reside desde hace muchos años y ha desarrollado parte de su profesión.  Doctor en medicina con una especialidad en Epidemiología, reúne igualmente todas las condiciones humanas del primero. Su don de gente y sincero accionar no merecen discusión. Su capacidad para granjearse el cariño y la confianza de los demás es increíble. Y todo por su sincera, transparente y sencilla forma de comportarse al margen de esas poses pletóricas de presunción que tanto distancian y generan desconfianza y desafectos.

Con gran sentido humano, principios éticos y espíritu solidario ha ejercido la carrera de medicina, un quehacer profesional que le ha permitido reproducir los valores y principios que un padre educador y una madre consagrada supieron integrar a su modo de comportarse desde los más tiernos años de su infancia.

Como valor agregado a sus labores sociales, profesionales y deportivas, Víctor, el ingeniero y Félix, el médico, tienen en común el ejemplar comportamiento por cada uno mostrado, tanto en su entorno laboral, social y familiar; pues ha de saberse que de nada valen los méritos laborales y profesionales, así como el éxito económico de una persona si su conducta social se oculta tras machas oscuras y una doble moral que le restan valor a la falsa imagen que pretende proyectar. Es por eso que califico de merecidísimo el reconocimiento que justamente a cada uno le fue otorgado en tan memorable y sabatina noche.

¡MUCHAS FELICIDADES!


ABRIL. EL POETA ANTONIO MACHADO Y LA PRIMAVERA


Por : Domingo Caba Ramos

« La primavera ha venido,
nadie sabe cómo ha sido…»

(Antonio Machado)

Primavera es la cara opuesta al otoño. El otoño es declinación, agotamiento, lo viejo, la ruta hacia el final.

La primavera es vigor, esplendor, florecimiento, desarrollo, flor que retoña, vida que comienza, juventud, ruta inexplorada, potencia vital.

Abril, por nacer casi a la par con la primavera, parece arrastrar muchos de los rasgos distintivos de esta venerada estación: potencia juvenil, frescura, lozanía, hermosura… Y al igual que la primavera abril entraña la idea de juventud: «Cumplió quince abriles», «Le celebraremos sus quince primaveras», suele afirmarse para referirse a la lozana y hermosa quinceañera nacida en un mes cualquiera del año.

Y hablar de abril es recordar, necesariamente, al afamado bardo sevillano, Antonio Machado (1875-1938), quien en líricos y sensibles versos modernistas supo cantarles al cuarto mes del año, así como a la primera estación, en muchas de sus famosas galerías poéticas y otros textos.

«La primavera ha venido/nadie sabe cómo ha sido…», se lee en su libro Nuevas canciones (1924). Y en una de sus galerías, acerca de esta estación poetiza Machado:

«La primavera besaba,
 suavemente la arboleda,
 y el verde nuevo brotaba,
 como una verde humareda»

Y acerca del mes de abril, corazón de la primavera, así le canta el más joven miembro de la Generación del 98:

“Son de abril las aguas mil,
sopla el viento achubascado,
y entre nublado y nublado,
hay trozos de cielo añil»

«La lluvia iba pasando,
sobre el campo juvenil,
yo vi en las hojas temblando,
las frescas lluvias de abril»

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 16 de marzo de 2025

RAMÓN LEONRADO : EL CANTOR DEL PUEBLO


Por: DOMINGO CABA RAMOS


«Siempre he creído que cada artista es una expresión de la vida a través de su arte y su estilo. Pero esa expresión no tiene género, porque tanto la música como la literatura, deben expresar al pueblo, y el pueblo es su único género y autor. Entonces, toda obra de arte no es más que una obra humana que expresa simbólicamente, y por diversos medios, un aspecto de la realidad estéticamente entendida...»

Ramón Leonardo
De su libro autobiográfico Historia de mi voz, 2010   
                                        

El viernes de la pasada semana, mientras tratábamos el tema del día en la universidad donde imparto docencia, un joven estudiante, un tanto fuera de contexto, me sorprendió con la siguiente pregunta: «¿Quién fue Ramón Leonardo? Hoy he escuchado su nombre más de una vez, pero no sé de quién se trata»

«Posiblemente hoy hayas leído o escuchado su nombre – le respondí - porque un día como hoy (28 de febrero), hace setenta y siete años, ese querido, respetado y siempre recordado artista nació aquí, en la llamada Ciudad Corazón. Se trata de un destacado cantante, músico y compositor – continué - que puso su arte y su voz al servicio de los mejores intereses de la nación dominicana durante un ambiente político, los famosos doce años de gobierno de Joaquín Balaguer (1966 -1978), en el que imperaba el miedo, el terrorismo de Estado, las desapariciones, los apresamientos y todo tipo de represión política en contra de los opositores o enemigos del régimen. En medio de tan tétrico panorama, la canción protesta de Ramón Leonardo se convirtió en el más efectivo instrumento para crear conciencia social y en el medio a través del cual el pueblo expresaba sus angustias reprimidas. Tal fue el impacto de su   artística, valiente y militante labor concientizadora, que en el país no solo constituía un riesgo escuchar sus canciones, sino también mencionar su nombre. No sé cómo se le escapó a la muerte»

 

Finalmente, y para mayor información, le prometí al inquieto estudiante publicar el texto - semblanza que a continuación se trascribe, el cual se me concedió el honor de redactar y leer el 20 de septiembre del 2018 en el acto organizado en Casa de Arte, Santiago, por la Asociación de Escritores y Periodistas de Santiago y la Dirección Regional de Cultura (zona norte).

Ramón Leonardo: El cantor del pueblo

 «Ramón Leonardo Blanco Quesada. Cantante, compositor, activista social, militante revolucionario, líder religioso y exprofesor de artes marciales, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros el día 28 de febrero de 1948. Hijo del comerciante don Leoncio Blanco y la señora Ángela Quesada, también cantante.

Cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal, al mismo tiempo que se destacaba como estudiante de karate, disciplina en la que alcanzó el grado de Cinturón Negro, tanto en el estilo chino (Kung Fu) como en el coreano (Moo Do Kwan). También obtuvo el título de Técnico en Máquinas- Herramientas en la Escuela de Técnicos Medios de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM)

En el ámbito musical, recibió clases de acordeón y piano con el maestro Primitivo Santos y de trompeta en la Escuela Municipal de Santiago con los maestros Julio César Curiel y Manolo García. Su pasión artística la heredó de su madre.

“Mi madre – afirma al respecto- sembró en mí los genes del arte. En su juventud – continúa – mi madre formó parte del dueto Apolo, junto a Teté Marcial, quienes eran acompañadas al piano en sus presentaciones en vivo en la emisora HI3U, por el entonces joven y después afamado compositor, Diógenes Silva”

Pero no solo de su madre. Dos de sus tíos también fueron prestigiosos músicos, en tanto que su padre, aunque en otra faceta del arte, se destacó como fino declamador.

 Incursionó en la guitarra, y sus experiencias en el barrio Mejoramiento Social lo impulsaron a escribir sus primeras canciones sociales y románticas, naciendo de esta manera el que luego sería el reconocido “Cantor del pueblo”. En esa época funda el Club Superación, actualmente Club Sameji.

En los Estados Unidos grabó su primer disco titulado “Yo canto al amor”, con el auspicio de su tío Baby Quesada. Más tarde sus temas “Todos somos iguales” y “Juventud” alcanzaron un nivel tal de popularización que lo llevaron a debutar como cantante profesional el 5 de abril de 1970.

 Sus canciones sociales, incluidas en su primera grabación, hicieron posible el nacimiento del “Grupo Expresión Joven”, el cual lideraba musicalmente junto a Cholo Brenes.

Canciones de la autoría de Chico González con música de Ramón Leonardo, se escucharon en la radio dominicana en la década de los setenta, provocando que fuera encarcelado en cinco ocasiones e impedida su entrada a ciudades donde tenía que actuar.

El canto social lo llevó a ser denominado “Padre de la Canción de Protesta de la República Dominicana”. Fue parte del histórico evento “Siete días con el pueblo”, celebrado en nuestro país del 25 de noviembre al 1 de diciembre de 1974, en cuya apertura no pudo participar por encontrase preso en Dajabón, acusado de “agitador” o alterar el orden público.

Canciones como”, “Francisco Alberto¨ “Abra la reja señor Gobierno”, “Soldado”, “Universidad” y ¨Está llegando la hora¨, entre otras, acompañaron al proceso político y social del pueblo en esa época, bajo el gobierno de Joaquín Balaguer. Se trata de canciones que como lo expresa el propio cantautor “son recordadas por generaciones que tuvieron que enfrentar la intolerancia de un régimen que encarceló, exilió, asesinó y reprimió a miles de jóvenes estudiantes y a dirigentes políticos. Fueron canciones que acompañaron la lucha de la época, que aguijoneaban las emociones sociales y alimentaban la rebeldía patriótica” .

 La primera de estas, “Francisco Alberto caramba”, prohibida en el mismo año en que se compuso y difundió (1973), más que una canción se convirtió en un verdadero himno de combate. El espíritu libertario de los dominicanos se encendía desde el mismo momento en que se escuchaban los primeros acordes de la guitarra que acompañaba su interpretación. Con toda propiedad debemos afirmarlo: en la historia de las luchas políticas de la República Dominicana, ningún otro texto discursivo y/o literario ha logrado, como “Francisco Alberto”, encender el ánimo y prender la mecha de la rebeldía.

 Por esa razón, debo decir, sin temor a exagerar, que el régimen balaguerista le tenía más miedo o pavor a la bélica guitarra de Ramón Leonardo que a los fusiles de los guerrilleros que tuvo que enfrentar en febrero del antes citado año en la loma de Playa Caracoles, San José de Ocoa.

Con la canción protesta, Ramón Leonardo supo forjar conciencia, gestar esperanzas, sueños y utopías en una juventud que aspiraba a una nueva sociedad en la que reinara la libertad, la justicia social y el respeto a los derechos humanos. Es por eso que los jóvenes de entonces veíamos en este combativo cantautor a nuestro más digno referente y fue por eso que supo ganarse, hasta la fecha, el respeto y el aprecio del pueblo dominicano.

Pero además de la canción de tipo social, Ramón Leonardo incursionó en el género romántico, como bien se pone de manifiesto en títulos como “Nunca supe más de ti”, “Camino hacia al altar”, “Los celos”, “Te extraño tanto” y otras que en su momento alcanzaron gran popularidad y difusión.

En 1984 Ramón Leonardo abandona el canto romántico e inicia un proceso de conversión que lo lleva a predicar lo que él llama la buena Nueva de la Salvación. Para tal fin compone temas alusivos, funda el Ministerio Acción Evangelizadora Católica, abre programas de radio y televisión y recorre parte del país y los Estados Unidos.

Este cantautor ha  escrito los siguientes libros: “Historia de mi voz”, “Hacia el socialismo nacional democrático” y “Conceptos sobre el arte popular, sociedad y compromiso”

 En el primero de esos textos, “Historia de mi voz”, el doctor Ricardo Nieves, escritor, profesor universitario y destacado comentarista de radio y televisión, escribió unas breves palabras, las cuales comparto en todas sus partes. Y por compartirlas, tengo necesariamente que terminar con ellas mi intervención. Dice Ricardo Nieves lo siguiente:

“ De Ramón Leonardo puede decir: sobreviviente de una generación… cantor del pueblo en un momento en el que el más puro canto presagiaba el riesgo… cantor del amor, de la poesía, del dolor. Todavía se recuerda el aire irreverente de la canción que cuenta y canta rebeldía. Canción de patria, de vida, juventud y osadía. Ramón Leonardo - continúa Nieves - congrega en cada nota de su voz la quejumbre de un tiempo muerto. Pero también aquel período de lucha y esperanza en el que, pese al otoño y sus desgarros, nos marcó para no morir. Por eso saludo la Historia de mi voz, como la historia de todas las voces enterradas, las mutiladas, las heridas, las osadas. En fin, aquellas que como la de Ramón Leonardo, todavía apuestan a la esperanza”»

viernes, 28 de febrero de 2025

EL MUNDO AFROANTILLANO EN EL POEMA «MAJESTAD NEGRA», DE LUIS PALÉS MATOS


Por : DOMINGO CABA RAMOS

 El paisaje antillano, el mito, lo sensual, lo simbólico, lo espiritual, el Caribe con su música y sus instrumentos ancestrales , su danza, su magia y su cultura, la reproducción de los acordes de los tambores africanos , la estructura rítmica del verso lograda mediante el uso de un magistral juegos de palabras y los más variados recursos fónicos del verso español, entre los cuales  la onomatopeya oportuna no podía faltar : todo se conjuga en “Majestad Negra” (1924), uno de los poemas representativos de la llamada poesía afroantillana, negroide o de la negritud, compuesta por uno de los autores representativos de esta expresión poética en la poesía hispanoamericana, el puertorriqueño LUIS PALÉS MATOS ( 1858/1959)

 Al leerlo, percibimos que todos conocemos o alguna vez hemos visto  a “Tembandumba”, representada por cualesquiera de las mulatas que se desplazan  exhibiendo sus gracias, sus sensuales movimientos y su “caderamen, masa con masa” por los cálidos senderos de los pueblos antillanos.

 MAJESTAD NEGRA 
 Luis Palés Matos 

 «Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba
 -rumba, macumba, candombe, bámbula-
 entre dos filas de negras caras.
 Ante ella un congo--gongo y maraca-
 ritma una conga bomba que bamba.

 Culipandeando la Reina avanza,
y de su inmensa grupa resbalan
 meneos cachondos que el congo cuaja
 en ríos de azúcar y de melaza.
Prieto trapiche de sensual zafra,
 el caderamen, macon masa,
exprime ritmos, suda que sangra,
y la molienda culmina en danza.

 Por la encendida calle antillana
va Tembandumba de la Quimbamba.
Flor de Tórtola, rosa de Uganda,
por ti crepitan bombas y bámbulas;
 por ti en calendas desenfrenadas,
 quema la Antilla su sangre ñáñiga.
 Haití te ofrece sus calabazas;
 fogosos rones te da Jamaica;
Cuba te dice: ¡dale, mulata!
y Puerto Rico: ¡melao, melamba!

 ¡Sus, mis cocolos de negras caras!
 Tronad, tambores; vibrad, maracas.
Por la encendida calle antillana -
rumba, macumba, candombe, bámbula-
va Tembandumba de la Quimbamba»

 

 

 

sábado, 22 de febrero de 2025

LA APARENTE DESARMONÍA DEL TÉRMINO «HARMONÍA»


Por : Domingo Caba Ramos

Hace ya casi dos décadas, la doctora Dilcia Peralta de Capellán, hoy fallecida, y yo coincidimos en una actividad cultural llevada a cabo en el Ateneo «Amantes de la Luz», de la ciudad de Santiago de los Caballeros. En vida, activa lectora y distinguida dama de la sociedad santiaguera, al ver la palabra “harmonía” en el escudo de la centenaria institución, en el desarrollo de la actividad muy inquieta se acercó a mí para preguntarme si no se trataría de un lapsus u error ortográfico la escritura del susodicho vocablo así, con hache inicial.

En ese momento le respondí que no. Que por razones históricas esa hache aún se conserva, por cuanto estuvo presente en la grafía original o arcaica, “harmonía”, procedente del latín. Y que de esa antigua u original forma es que se deriva la versión usual, conocida y recomendada académicamente “armoa”. Y también le prometí ampliar mi respuesta en unas notas que semanas después  fueron publicadas en la prensa nacional, las cuales, esta vez, de nuevo me permito compartir :

«En 1916, el laureado poeta dominicano, Domingo Moreno Jimenes, escribe un poema, «Aspiración», en el que anuncia su intención de cambiar el curso de la poesía nacional, de introducir nuevas formas a nuestra expresión poética, esto es, de escribir una poesía libre por completo de ataduras y cortapisas métricas .En los primeros versos de la referida composición, considerado como una especie de manifiesto de renovación métrica en la literatura dominicana, expresa el también autor del «Poema de la hija reintegrada» (1934),lo siguiente:

«Quiero escribir un canto
sin rima ni metro
sin harmonía, sin hilación, sin nada
de lo que pide a gritos la retórica…»


Si bien son muchos los que a simple vista podrían pensar que el fundador del Postumismo (1921)  incurrió en un craso error ortográfico al escribir “harmonía”, en lugar de “armonía”, lo cierto es que dicha voz puede escribirse de una y otra forma, esto es, con la h inicial o sin ella. Este último empleo, sin embargo, es el más común y el que más se recomienda académicamente.

Aparte de la ya citada composición poética, el término “harmonía” aparece como tal en el grupo de palabras que conforman el lema inscrito en el escudo del Ateneo “Amantes de la luz” ( Santiago de los Caballeros). Y en cuanto a su uso, no sólo este está permitido escribirlo con la grafía h, sino también cada una de las palabras que de él se derivan: harmonioso, harmónico, harmónicamente, harmonio, harmonizar, harmoniosamente, harmonista, etc. Pero todos estos usos, vale aclararlo, como sucede con el de la palabra primitiva de la cual proceden, por raros o carentes de vigencia, no se recomiendan, sino los derivados de la voz “armonía”.

Como bien se lee en el “Diccionario panhispánico de dudas”, 2005, Pág. 63:

«Armonía – ‘Combinación de sonidos y acordes’ y ‘amistad y concordia’. Esta es la grafía normal en el español actual. La variante harmonía, que conserva la h del étimo latino, es hoy desusada y, por ello, desaconsejable. Lo mismo cabe decir de todas las palabras pertenecientes a su familia léxica…»

(Publicado en Diario Libre en fecha 19/2/2025 )

 

domingo, 16 de febrero de 2025

VEINTIOCHO (28) AÑOS Y PARECE QUE FUE AYER


Por: Domingo Caba Ramos.


«
Hay muertos que van subiendo,
cuanto más su ataúd baja...»

   (Manuel del Cabral)

 Todo lo alegre y lo triste ocurrió entre los días 15 y 16 de febrero de 1997. El primero de esos días, en las primeras horas de la tarde, partimos rumbo al corazón de la sierra a celebrar el cumpleaños de una de mis cuñadas (Josefina Rubio), en uno de los restaurantes (Cafeto) ubicados en La Cumbre, Puesto Grande, del municipio de Moca.

  Y allí, desbordante de alegría, estaba ella (doña Librada) compartiendo el gratísimo momento junto a sus hijos y nietos.

  Allí estaba ella, alegre como siempre, gentil como siempre, dinámica como siempre, tierna como siempre.

  Allí estaba ella, arrullada por el canto armónico de las aves vagabundas y acariciada por el aire puro de la montaña.

  Allí estaba ella, observando con singular concentración el vuelo cansado de las garzas y dilatando sus cansadas pupilas para enterrar su retina envejecida en el vientre del inmenso y maravilloso paisaje del Valle cibaeño.

 Allí estaba ella, desbordante de alegría, tanto que parecía que era ella la que año cumplía.

 Pero en las primeras horas de la mañana del día siguiente (domingo 16), un infarto fulminante y traicionero paralizó los latidos de su enfermo corazón, sembrado de tristeza, angustia y dolor el antes regocijado espíritu de unos parientes, en cuyas mentes jamás pudo anidarse la idea de que tan inesperado desenlace podría producirse inmediatamente después de la tan festiva y ya referida celebración.

Un día como hoy falleció ella, mi siempre inolvidable madre. Y murió como un pajarito: sin martirio, sin amargura, sin manifestaciones de dolor, en paz. Como sólo saben morir las almas nobles.

A veces mi mente admite que realmente hace casi tres décadas ella partió de este mundo y, en tal virtud, su tierna imagen maternal aparentemente se aparta de mi memoria; mas, de repente, como un torbellino, y en el momento menos esperado, la tengo más cerca que nunca, más viva que nunca, tan cerca y tan viva que parece que la veo, que me habla, besa y me abraza dulcemente. Es entonces cuando mi subconsciente trata de convencerme de que ella no ha muerto, que aún vive. Y es entonces cuando comprendo la grandeza o inmenso sentido profundo que entrañan los versos de nuestro siempre inmenso Manuel del Cabral:

Hay muertos que van subiendo,
cuanto más su ataúd baja…”

 Un día como hoy, hace ya veintiocho años, se materializó tan infausta y dramática partida; mas a todos nos parece que fue ayer, esto es, nos parece que aún vive. Y al percibirla así, siempre le diremos con las palabras del poeta:

“Eras sencilla y dulce; eras tan buena,
que nada para ti nunca pediste,
tu caudal de bondad lo repartiste,
con toda el alma de ternuras llena.”

Y así fue. Se trató de todo un caudal de bondad, amor, ternura, paz y comprensión lo que en vida ella supo repartir. Por eso, en un poema de elegíaco acento titulado "Así era mi abuela” (1997), compuesto un mes después de su muerte   por una de sus nietas (Claritsa Caba Rubio), cuando apenas tenía esta trece años de edad, en líricos, afectivos y conmovedores versos, afirma la nieta acerca de su abuela   lo siguiente:

«Fuiste negra como la noche, pero blanca,
como la superficie de una ola.

Y de esta manera continúa la entonces adolescente:

«Recuerdo tu sonrisa de niño,
tu juvenil carácter,
y tu alegría de madre realizada,
al ver tus hijos y tus nietos crecer.

Una tarde de sol oro celebramos tu despedida
y una mañana fría lloramos tu partida…»

Y ya para terminar, la nieta lanza un grito de angustiante despedida en un par de versos pletórico del más profundo y lacerante dolor:

¡Oh abuela cuánto te extrañaremos!
¡Te extrañaremos mucho, abuela!

Y como a ella, a su abuela,  a mi madre, todos la percibimos viva, veintiocho años después de su muerte no tengo más que decir con los versos del poema La intocada”, de Domingo Moreno Jimenes :

    «Es verdad que ha muerto;
 pero en mis actos está intacta,
pero en mis sueños está intacta,
pero en todas mis emociones está intacta...»

 Febrero16//2025