Por : Domingo Caba Ramos
En relación con el trágico caso de la Discoteca Jet Set, valdría preguntarse:
¿Ningún empleado falleció, o solo fallecieron los clientes, en su mayoría de
privilegiados niveles socioeconómicos, que allí estaban presentes? Esto último
parece ser así, pues de los primeros nada dicen las crónicas periodistas. Ante
tan clasista y excluyente silencio, a la pantalla de mi memoria saltan a la
vista los clásicos versos del poema «A los héroes sin nombre», del llamado
poeta de los humildes, Federico Bermúdez:
A
LOS HÉROES SIN NOMBRE
Por Federico Bermúdez (1884 -1931)
Vosotros, los humildes, los del montón salidos,
heroicos defensores de nuestra libertad,
que en el desfiladero o en la llanura agreste,
cumplisteis la orden brava de vuestro capitán.
Vosotros, que con sangre de vuestras propias venas,
por defender la patria manchasteis la heredad,
hallasteis en la lucha la muerte y el olvido:
la gloria fue, absoluta, de vuestro capitán.
cebó su torpe furia en vuestra humanidad,
y fuisteis el propicio legado de la tumba,
sin una cruz piadosa ni un ramo funeral,
también a vuestros nombres cubrió el eterno olvido:
¡tal sólo se oyó el nombre de vuestro capitán!
Y ya, cuando a la cumbre de la soñada gloria,
subió la patria ilustre que fue vuestro ideal,
en áureos caracteres la historia un homenaje,
rindió a la espada heroica de vuestro capitán.
Dormidos a la sombra del árbol del olvido,
¡quién sabe en dónde el resto de vuestro ser está!,
vosotros, los humildes, los del montón salidos,
sois parias; en la liza, con sangre fecundáis,
el árbol de la fama que da las verdes hojas,
para adornar la frente de vuestro capitán...
Vosotros, los humildes, los del montón salidos,
heroicos defensores de nuestra libertad,
que en el desfiladero o en la llanura agreste,
cumplisteis la orden brava de vuestro capitán»
No hay comentarios:
Publicar un comentario